Restauradas las vigas policromadas de la iglesia de Valdeavellano

05/09/2022 - 08:50 Sara Vera Juárez

ADAC ha revalorizado este templo gracias a los fondos Leader

La provincia de Guadalajara alberga un extenso patrimonio histórico y artístico. Cada municipio que la constituye atesora valiosas joyas, que todavía están por descubrir y por poner en valor.

Valdeavellano, una localidad sobre la vega del valle del río Tajuña, en la comarca de la Alcarria, cuenta desde la época del románico (finales del siglo XII - principios del siglo XIII) con una imponente iglesia que, a día de hoy, presenta un estilo renacentista, procedente del siglo XVI. Muchos ya conocían la presencia de las vigas policromadas que sostenían el artesonado del interior del coro alto que había en la denominada iglesia de Santa María de la Magdalena. El transcurrir del tiempo habría propiciado un deterioro paulatino en estas pinturas, que se apenas dejaban verse y estaban a punto de perderse. En consecuencia, la delegación diocesana de Patrimonio Cultural y el obispado provincial se han movilizado para evitar su completa desaparición y gracias a los fondos Leader y a la Asociación para el Desarrollo de la Alcarria y la Campiña (ADAC) han conseguido financiar buena parte de la restauración de este recurso artístico. El proyecto elegible ascendía a 11.681, 60 euros, de los cuales 8.761, 20 euros han sido aportados por ADAC y el resto de la financiación ha derivado de fondos propios de la congregación. 

 

Uno de los elementos más destacados de la iglesia de Santa María de la Magdalena en la localidad de Valdeavellano son los casi tres metros de vigas de madera policromada que soporta el actual coro. De entre sus muchas curiosidades sobresale la disposición en la que se encuentran los dibujos que contienen, que están colocados al revés, lo que implica “que de una manera consciente, la sociedad del siglo XVI quiso conservar la antigüedad y lo que representaban estas pinturas, pero no encajaban con el arte y la estética renacentista de aquella época”, según apunta Miguel Ángel Ortega Canales, delegado diocesano de Patrimonio Cultural de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara y director del Museo Diocesano de Sigüenza. En estas vigas se aprecian pinturas medievales de gran calidad: a la izquierda aparece la bestia del Apocalipsis representada mediante un dragón cuya cabeza principal se está comiendo a un hombre. De su cuerpo emanan seis colas, cada una con una cabeza, las cuales echan fuego por la boca. Esta figuración cuenta con un significado educacional e inspirador, pues su objetivo es remover la conciencia y ayudar a hacer acto de contrición. En el centro se distingue a un grupo de seis personas, cuatro masculinas y dos femeninas. De las masculinas, tres de ellas tocan la vihuela de mano, un instrumento de cuerda; y la otra podría identificarse con un contorsionista. Por su parte, las dos femeninas podrían estar realizando algún tipo de danza portando algún artilugio o instrumento musical. En la parte derecha se divisa un jinete montado a caballo pertrechado con un escudo. El animal se encuentra galopando mientras que el caballero está apuntando para disparar un venablo, un bohordo o una lanza corta hacia una diana, un juego de justas muy típico del medievo. Alrededor de toda esta obra aparecen pinturas florales de decoración vegetal muy representativas del arte del final del románico. La puesta en marcha de la restauración de esta ilustración “ha posibilitado el hallazgo de más pinturas en el resto de la iglesia”, expresa  entusiasmado Ortega Canales.  

Restauración rigurosa
Esta actuación de rehabilitación patrimonial tuvo su punto de partida durante el otoño de 2021 y ha concluido en la primavera de 2022. La compañía R. Restauración de Bienes Culturales S.L.U., compuesta por cuatro mujeres, ha sido la encargada de desarrollar los trabajos de restauración de esta obra artística en el corazón de Guadalajara, que ahora luce su mejor aspecto después de tantos siglos. Los trabajos han consistido en: la conservación del soporte mediante varias fases de fumigación, la comprobación del estado de la madera y su posterior tratamiento, la potenciación del color para mantener la consistencia y el cromatismo durante varias generaciones… para así consolidar una de las vigas policromadas más antiguas y únicas de la provincia de Guadalajara.

Desarrollo rural
Generalmente, los grupos de acción local establecidos en la provincia de Guadalajara ayudan a incentivar el desarrollo socioeconómico del territorio mediante el apoyo a la actividad emprendedora, la formación y la capacitación de la población. Sin embargo, también respaldan otra clase de iniciativas como esta que consisten en mejorar las condiciones de conservación y mantenimiento de inmuebles con valor patrimonial o utilidad social mediante la realización de proyectos de rehabilitación que posibilitan la utilización del patrimonio histórico como elemento de dinamización territorial, medioambiental, turístico y económico. “La ayuda de ADAC y del resto de grupos de desarrollo rural repercute muy positivamente a la provincia, pues gracias a ellas se fija población, se dinamiza el turismo, se impulsa la economía, los pueblos crecen y se pone en valor toda nuestra historia, como es en este caso de Valdeavellano”, manifiesta Ortega Canales. “El patrimonio español necesita ser adecuadamente conservado como legado común, pues forma parte de nuestra identidad cultural”, sostiene Miguel Ángel Ortega Canales. La intención del obispado y la delegación diocesana provincial de Patrimonio Cultural es seguir acogiéndose a este tipo de subvenciones mediante las cuales se salvaguarda, conserva y se pone en valor, precisamente, ese acervo histórico y cultural que nos caracteriza.