Ritmos étnicos y mensajes de paz en un brillante concierto de «Macaco» en Cabanillas
El cantante catalán ofreció una actuación llena de fusiones de sonidos latinoamericanos, africanos y españoles en el primer gran concierto de las Fiestas 2023
Miles de personas se dieron cita en el Ferial de Cabanillas del Campo para el primer gran concierto de estas Fiestas 2023, con la presencia en el escenario de Daniel Carbonell, alias «Macaco».
Fue el de Macaco un concierto brillante, impecable en lo musical, de un sonido excepcional, en el que el músico barcelonés, acompañado de una magnífica banda (con dos guitarristas, bajista, batería y teclados) ofreció hora y media exacta de la música que le caracteriza, llena de ritmos étnicos. En el público había gran variedad generacional, desde mayores hasta jóvenes, pasando por muchas familias con niños, ya que Macaco es un artista que suele gustar mucho a la «gente menuda».
La fusión de estilos como el reggae, funk, sonidos tribales africanos o la rumba catalana dotan a los conciertos de Macaco de un encanto especial, en los que la música, la extraordinaria voz de tenor del cantante, y el mensaje de sus letras, crean un ambiente muy cálido y lleno de «buen rollo». Son canciones que hablan de amor, de amistad, de ecología o de paz, con un contenido social constante en la actuación.
Macaco desgranó algunas canciones de su último disco, «Vuélame el corazón», con el que se encuentra en plena gira, y las alternó con algunos de sus grandes éxitos, canciones como «Moving», «La mano levantá» o «Coincidir», que por supuesto no podían faltar. El concierto se abrió a los acordes de «Vívela a tu manera», «Moving» y «Volar». «Love», «Valientes», la rumba «Me lía», «El cuerpo no miente», «Tiriti» o «Tengo» fueron otras de las piezas que se escucharon en el Ferial de Cabanillas.
Vulkano Show
Tras la hora y media de recital de Macaco arrancaba, sin solución de continuidad, y en el otro escenario del recinto, una espectacular verbena con el grupo «Vulkano Show». Se trata de una orquesta-espectáculo, donde las canciones se suceden en «poupurrís» constantes, y en la que la música se combina con un potente montaje audiovisual, constantes coreografías, y bailarines-cantantes llenos de marcha.