Sigüenza y sus cosas
Sigüenza afronta el noveno centenario de la Reconquista orgullosa de su pasado y esperanzada en su futuro con la alegría de haber recuperado población en los dos últimos años e incorporado servicios públicos de calidad.
Vive, a partir de este sábado la ciudad del Doncel su semana grande, que se inicia con el pregón de nuestro colaborador, el médico, académico, profesor, historiador y escritor, amén de lo que se nos olvide, Javier Sanz Serulla, y que finalizará al domingo siguiente con la bellísima procesión de Los Faroles, acompañando a la Virgen de la Mayor, por las calles llenas pero silenciosas. Música, jolgorio peñero, encierros, festejos taurinos, gigantes y cabezudos, juegos… darán contenido a unas fiestas dignas de una gran localidad, aunque, por las miles de personas que la abarrotarán, no sean las mejores fechas para disfrutar de lo que ofrece una ciudad única en cuanto a arte, historia, patrimonio, gastronomía, conjunto urbano y paisajes. El pero son las molestias de algunas de las peñas a los vecinos cercanos a sus sedes. No se quiere o puede poner el cascabel al gato.
Sigüenza afronta el noveno centenario de la Reconquista orgullosa de su pasado y esperanzada en su futuro con la alegría de haber recuperado población en los dos últimos años e incorporado servicios públicos de calidad. “Se están haciendo muchas cosas desde que esta chica está de alcaldesa”, dice bastante gente y no les falta razón.
No sabemos si culminará con éxito la larga carrera hacia la obtención de la declaración de Patrimonio de la Humanidad, no por falta de méritos ni de trabajo- incluso ya estamos en la Lista Indicativa- sino por lo difícil que es, pero deseamos que así sea y cuantiosos los beneficios que reporte. Tiene un problema nuestro querido lugar de adopción y es que falta vivienda para la gente que llega, algo que no entendemos cuando pasear por sus calles es ver numerosas casas, con el cartel de ‘Se vende’. Será cuestión de saber conjugar oferta y demanda. Y ojala que algún día locales comerciales, que fueron establecimientos emblemáticos, vuelvan a tener actividad.Retos nunca faltarán en un lugar eterno, envolvente, con aire medieval y serrano, en el que siempre apetece estar.