Sin Fitur

30/01/2021 - 17:16 Pedro Villaverde Embid

El aplazamiento de este evento mundial nos hace tomar verdadera conciencia de la dimensión del momento histórico que sufrimos, grave y trascendental.

Cualquiera hubiese tildado de dislate, locura, broma de mal gusto, tontería o ficción un comentario que hubiese vaticinado, aquel día de finales de enero, cuando  disfrutábamos en el stand de la Junta de Comunidades con motivo del Día de la Provincia, que 365 días después no se celebraría la feria internacional de turismo más importante del mundo a causa de una pandemia y que casi desde aquel instante se suspenderían todas las fiestas de interés turístico que acabábamos de recordar en distintas presentaciones. Menos hubiésemos podido creer que aquel pabellón sería un hospital de campaña o una morgue. Pero un año después la realidad es todavía más dura sin ni siquiera poder salir de nuestro término municipal, tomar café en un bar o estar a menos de dos metros de distancia de cualquier amigo y con mascarilla. 

  Fitur exhibía cada año los variados y numerosos tesoros paisajísticos, monumentales o gastronómicos de la provincia,  demostrando la necesidad del sector turístico para la economía, convertido en tabla de salvación para grandes comarcas poco industrializadas, heridas por la despoblación, pero poseedoras de encantos que las convierten en lugar de ocio, deleite y descanso del turista. Cada edición nos hablaban de número de pernoctaciones, de nuevas rutas, proyectos o iniciativas para llamar la atención del viajero. Las administraciones sumaban fuerzas para dar imagen integral de una tierra capaz de satisfacer al turismo de naturaleza, al aventurero, al amante del patrimonio, las tradiciones o la buena mesa. Era una cita que nos gustaba y que consideramos positiva, pero nos quedamos con las ganas. En mayo habrá una segunda oportunidad, medio virtual, que cumplirá, en la medida de lo posible con estos objetivos y que deseamos  sea exitosa. 

  Ahora toca esperar. El aplazamiento de este evento mundial nos hace tomar verdadera conciencia de la dimensión del momento histórico que sufrimos, grave y trascendental. Pero no hay vez que lloviera que no escampase, hasta ‘Filomena’ pasó, y tras esta tempestad volverá el pasado a ser presente y el futuro a ilusionar, incluso nos atrevemos a soñar con que el próximo enero viajaremos por el planeta de nuevo en una recuperada feria. Ánimo al sector.