Tiempo: La vida en unos minutillos

Hace años, muchos, antes de El Incidente, cuesta imaginar que Shyamalan se pudiera haber interesado por un cómic como Castillos de Arena. En aquella época sus historias siempre dejaban un poso de optimismo. Sin embargo, el tiempo ha pasado y él ha recibido muchos golpes… y además se ha hecho mayor, como todos.

Como si de dos personas distintas se tratasen, ahora es perfectamente comprensible que el director de la amarga Glass y las implacables Múltiple y La visita se haya interesado por un material tan… duro e intelectual como el de ese Castillos de Arena. Una novela gráfica que ha querido llevarse a un terreno mucho más emocional a la hora de construir su nueva película: Tiempo.

Varios grupos de personas acaban, por distintos motivos, en una idílica y oculta playa de la exótica isla a la que han ido de vacaciones. Todo parece ir bien, hasta que descubren que están encerrados allí por una fuerza misteriosa que, además, hace envejecer sus cuerpos a un ritmo extremadamente acelerado.

Tiempo funciona a dos niveles. El primero, es el del thriller fantástico que nos lleva a preguntarnos qué pasa, por qué y si los protagonista tienen alguna posibilidad de salir vivos del entuerto. El segundo, es el reservado para las reflexiones sobre la vida y el ser humano que hace Shyamalan gracias a este pretexto. Está claro que toda la fuerza y poesía de la película se sustentan en este segundo plano, el realmente importante para el director, que sin embargo necesita el primero para atraer al espectador y que su película no sea un mero ejercicio reflexivo.

Lograr el equilibrio entre esos dos niveles es algo muy complicado. El superficial es necesario para entretener al espectador y hacerle caminar por un terreno realmente árido. Por un lado está el realismo mágico y por otro las explicaciones que el director se ve obligado a ir introduciendo y, aunque pueda resbalar un pelín en momentos puntuales, lo cierto es que maneja con maestría la mezcla… al menos hasta los minutos finales de la película.

Tiempo es intrigante, angustiosa, poética y emotiva durante la mayor parte de su metraje. Shyamalan guía al espectador con una cámara sobria en los movimientos, pero valiente en los encuadres y con un ritmo que favorece la conexión emocional con sus protagonistas. Eso sí, es posible que quien busque en ella un impecable thriller fantástico perfectamente explicado termine decepcionado. Este director nunca ha sido de esos. La superficie solo existe para atravesarla y llegar hasta el corazón de la historia. Tiempo es una película para sentir y dejarse atrapar en sus preguntas, para intentar descubrir un poquito más sobre la vida y nosotros mismos, para ser conscientes de si realmente la aprovechamos o simplemente nos limitamos a construir castillos de arena.    

En Twitter @CinefagoDe

Old (2021, USA)

Dirección: M. Night Shyamalan

Guion: M. Night Shyamalan. Novela gráfica: Pierre-Oscar Lévy, Frederick Peeters

Reparto: Gael García Bernal, Vicky Krieps, Rufus Sewell, Alex Wolf.