Una Semana Santa normal
Después de la suspensión de los desfiles procesionales en 2020 y 2021 y de restricciones en los actos celebrados en los interiores de los templos en 2022, llega una Semana Santa como las de antes.
Son días para la alegría por esta circunstancia de recuperación de la normalidad, algo que tal vez no valoremos en su debida medida. Y en este punto, con una Semana Santa declarada de Interés Turístico Regional, nos detenemos en la reflexión que hacia el pregonero el pasado viernes. Pedía, a quien proceda, un paso adelante más en la celebración en nuestra capital implementando algún acto en la jornada del sábado, en la que tienen lugar, en muchos lugares de España, desfiles procesionales. También adolecen estos días santos, al margen de las creencias de cada cual, de una procesión nocturna, de una ‘madrugá’, como dicen por Andalucía. Ignoramos si tendría seguimiento pues cierto es que ni la del Lunes Santo, de reciente creación, ni de la de la Resurrección, del domingo, aunque sean necesarias en el calendario, tienen demasiada participación. Sea como sea, pongamos hoy en valor a esos más de cuatro mil cofrades que desfilan por las calles de Guadalajara en estas fechas en lo que es manifestación externa de la fe cristiana pero también un reclamo para el turista y la continuidad de la tradición.
Nuestros pueblos, por otra parte, levantan por fin sus persianas tras el largo y frío invierno, vuelven a la vida y a partir de aquí ofrecen otra estampa ya cada fin de semana. Deseamos a todos nuestros lectores unos días de descanso felices, que disfruten del amplio elenco de procesiones que se desarrollan por la provincia, sean lo más felices posible y no dejen de estar alegres por ese retorno a la antigua y buena normalidad.