Una veintena de guadalajareñas se ofrecen voluntariamente para acoger en sus casas a mujeres afganas huidas del terror talibán
La artista Pilar de Foronda, que vive en Cabanillas del Campo, y Laura Gil, secretaria de Organización de CCOO Guadalajara, se encuentran entre las más de 3.000 personas en nuestro país que se han sumado a la campaña #YoAcojo. Bienvenidas refugiadas afganas.
Encendemos la televisión. Nos conectamos a internet. Entramos en alguna de nuestras redes sociales. Y el mensaje que nos llega es el de una crisis humanitaria en Afganistán, especialmente peligrosa para las mujeres y las niñas tras la vuelta de los talibanes. Pues bien, muchas personas se preguntarán cómo pueden ayudar, echar una mano, para intentar paliar una situación de injusticia que ocurre a 8.000 kilómetros de distancia. Evidentemente es difícil, aunque siempre se puede colaborar con alguna de las ONG que podrían quedar sobre el terreno. Pero, ¿y si me ofrezco para acoger a alguna de estas mujeres? Es lo que han pensado más de 3.000 personas en nuestro país que se han sumado a la campaña #YoAcojo. Bienvenidas refugiadas afganas. Se trata de una iniciativa que pide al Gobierno de España y a la Unión Europea el reconocimiento del derecho de asilo de las mujeres afganas, así como la creación de corredores humanitarios para este sector de la población, tan vulnerable en un país que, tras 20 años de presencia militar internacional, principalmente estadounidense, ha sucumbido nuevamente ante las fuerzas ultraconservadoras de los talibanes.
Y entre los cerca de 3.300 firmantes de esta petición, mayoritariamente mujeres, se encuentra una veintena de guadalajareñas que ofrecen sus viviendas para las que huyen del horror que se aventura en Afganistán. Es difícil que se pueda conseguir el acogimiento particular de afganas en nuestro país, pues las que han llegado hasta ahora han pasado al circuito oficial de protección internacional, donde permanecerán muchos meses. Es lo que ocurre, por ejemplo, en el centro de inmigrantes que Accem tiene en Sigüenza, donde ya hay dos familias afganas que salieron hace unas semanas del aeropuerto de Kabul. Pero, de igual forma, esta movilización de personas particulares es una señal de la preocupación de la sociedad española, y guadalajareña en este caso, ante un nuevo drama humanitario. Una de las mujeres que ponen a disposición sus casas es la artista Pilar de Foronda, que vive en Cabanillas del Campo. Esta artista natural de Pontevedra pero vecina de Cabanillas desde hace 20 años, lo tiene claro.
“Se trata de un tema de pura solidaridad y derechos humanos”. Recuerda cómo, cuando se implantó el primer régimen talibán en el país, “muchas mujeres, médicas y profesoras universitarias, se suicidaban desesperadas porque les iban a quitar la vida”. Por tanto, considera que ofrecer su casa para acogerlas es “lo mínimo” que puede hacer. “No es que tenga una situación boyante, pero vivo sóla con mi hijo y tenemos espacio”. Para De Foronda, “a veces las grandes cosas salen de otras pequeñas”, además de que no soportaría esa impotencia “que provoca la pasividad”.
Esta iniciativa llegó a esta vecina de Cabanillas de manos de la periodista Cristina Fallarás, y no lo dudó. Tan comprometida está con #YoAcojo que incluso ha colaborado en “limpiar” la lista de participantes, “comprobando que el DNI y otros datos necesarios están correctos”. Fueron las también periodistas Rosa Montero, Soledad Gallego y Maruja Torres, entre otras, quienes decidieron dar un paso adelante a medida que se vislumbraba la retirada abrupta de las fuerzas norteamericanas de Afganistán. “Hay una frase que dice que, para que triunfe el mal, sólo hace falta que la gente buena no haga nada. Y eso es precisamente lo que no podemos permitir”, insiste Pilar de Foronda, quien recuerda a los escépticos que los españoles fueron a su vez acogidos por familias de República Dominicana, México o Venezuela tras huir de la Guerra Civil. “De manera extraoficial ya acogí un tiempo a una madre y a su hijo sin recursos, y estoy dispuesta a volver a hacerlo, más aún en una situación que es resultado de la absurdidad de los hombres y sus guerras”.
Otra de las mujeres que se ofrecen a acoger afganas en sus viviendas es Laura Gil, secretaria de Organización de CCOO Guadalajara. Se enteró de la iniciativa a través de redes sociales y no lo dudó un minuto. “Sé que es muy difícil conseguir que se materialice la campaña, porque las personas que han llegado ya de Afganistán pasan primero por el recorrido oficial de acogimiento, pero es importante que lancemos un mensaje de solidaridad con estas mujeres”. Agradece Gil que el éxito haya sido tan rápido. “En muy poco tiempo se cerró el cupo al superar las 3.000 mujeres participantes, lo que da una señal de lo volcada que está la sociedad con esta crisis humanitaria”.
Mientras tanto, un total de 68 refugiados afganos han llegado a Castilla-La Mancha en los últimos días, en el marco del programa de Protección Internacional del Gobierno de España. Estas personas son acogidas en recursos del Estado –centros propios del Ministerio de Inclusión– o financiados por el mismo y gestionados por entidades. En total, en el marco de la Operación Antígona, el dispositivo temporal de tránsito de Torrejón atendió a 2.181 personas evacuadas de Afganistán. De los 68 llegados a Castilla-La Mancha, 20 han sido acogidos en la provincia de Guadalajara.
El Gobierno de España ofrece a las familias solicitantes de Protección Internacional las alternativas de acogida más idóneas para cada caso, dentro de las cuales recorrerán un itinerario de inclusión personalizado.
Las derivaciones a las plazas de acogida del Gobierno central a cada comunidad autónoma se han realizado tras realizarse entrevistas a las familias evacuadas y determinar qué recursos eran más adecuados para cada caso. Entre otras cuestiones, se analizan sus posibles necesidades especiales, la existencia de posibles redes familiares cercanas y la disponibilidad del número de plazas necesarias para cada unidad familiar en el momento de la derivación.