Ane: Cuando el doblaje es tan malo que lo demás no importa

02/11/2020 - 20:44 J. Pastrana

Puede que Ane me guste. En serio, cabe esa posibilidad, pero no podría asegurarlo porque fui incapaz de concentrarme en ella durante más de 5 minutos seguidos. Es triste y muy frustrante tener que hablar de una película y no poder pensar en nada más que en su doblaje… En su terrible doblaje.

Me habría encantado ver Ane en vasco, subtitulada. La historia es un poco partidista, pero por lo menos propone un acercamiento al cine social de Ken Loach ejecutado con unas formas nada desdeñables. Eso sí, lo hace siendo amable, en exceso quizás, con unas protagonistas bastante antipáticas. Porque seamos sinceros, tan difícil es empatizar con la iracunda, egocéntrica y corajuda madre magníficamente interpretada por Patricia López Arnáiz, como con su rebelde e igualmente fuerte hija, también estupendamente encarnada por Jone Laspiur. Las dos desprenden la energía propia de una madre e hija de esas que, de tanto como se parecen, están condenadas a quererse desde la distancia, incapaces de poder permanecer juntas sin que la más mínima chispa haga estallar el polvorín.

Una mujer de mediana edad trabaja de vigilante en las obras de un tren de alta velocidad. Alguien tira una especie de cóctel molotov contra su garita, pero ella se lo toma con filosofía. De hecho, al acabar el turno se va de fiesta e incluso liga con un muchacho más joven que ella. De camino a casa pasan junto a un contenedor en llamas, pero ellos ni se inmutan. Cosas del País Vasco, supongo. Cuando ella regresa, ya sola, a su domicilio, descubre que su hija no está… y eso que hasta le había llevado el desayuno. Conforme transcurre el tiempo, más de un día, se va preocupando (nota: esta madre no es la mía… ni se conocen ni han charlado nunca entre ellas sobre maternidad, eso está claro). Cuando se convence de que pasa algo raro, une fuerzas con su ex, al que desprecia a ratos, para buscar a la joven. Entre los dos descubren que, oh sorpresa, debe tener el mismo carácter ´complicado´ que su madre, solo que ella lo enfoca a salvar el medio ambiente, luchar contra el capitalismo, extorsionar a sus compañeros, quemar cosas y grabar vídeos, lo que le ha llevado a meterse en problemas gordos que no logré entender porque el doblaje me sacaba de quicio.

David Pérez Sañudo demuestra en su opera prima que sabe dónde colocar la cámara y captar bien el ambiente urbano de su historia. Otra cosa es que la dirección de actores sea buena más allá de sus dos protagonistas o que la trama resulte demasiado difusa, que no sabría que decirles, porque lo único de lo que estoy seguro es de que el doblaje era horrible. En serio, veanla o no la vean, hagan lo que quieran, pero si deciden darle una oportunidad, háganlo en versión original subtitulada, que además el vasco tiene mucho encanto y personalidad.