Aquellas antiguas comisarías de la Policía Nacional en Guadalajara
Este lunes 2 de octubre, festividad de los Ángeles Custodios, la Policía Nacional de Guadalajara celebrará su festividad con una santa misa y posteriormente el reconocimiento a la labor de los agentes en el salón de actos del Centro San José de la Diputación Provincial.
Este lunes 2 de octubre, festividad de los Ángeles Custodios, la Policía Nacional de Guadalajara celebrará su festividad con una santa misa y posteriormente el reconocimiento a la labor de los agentes en el salón de actos del Centro San José de la Diputación Provincial.
En el rincón de esta semana vamos a recordar las diferentes comisarías que la Policía Armada y posteriormente la Policía Nacional ha tenido en la ciudad de Guadalajara. En el año 1939 se creaba la Policía Armada y de Tráfico. La primera sede en Guadalajara se instaló en un caserón de la calle Miranda, que con el paso del tiempo pasó a denominarse Juan Miranda Olave en honor al que fue alcalde de Guadalajara entre los años 1903 y 1905. En el interior del acuartelamiento existía una peluquería para los agentes, una zapatería para mantener y cuidar el calzado y por último una pequeña cafetería. Era muy curioso observar como cada mañana se realizaba el cambio de guardia con un pequeño desfile que abría un cabo seguido de cuatro guardias en perfecta formación. Para la realización de servicios con vehículo disponían de un Land Rover que se estacionaba en un lugar reservado en la esquina de la calle Miranda y la plaza de Moreno. Igualmente los agentes realizaban la custodia del Banco de España, del edificio del Gobierno Civil y el control de viajeros de la estación de ferrocarril en donde disponían de una pequeña comisaría frente a los andenes.
Esta comisaría de la calle Miranda estuvo activa hasta marzo del año 1978 y coincidió con el cambio de nombre de Policía Armada a Policía Nacional, así como el cambio de uniformidad que pasó del color gris al marrón. El 15 de abril del año 1978 se inauguraba de forma oficial la nueva comisaría de Guadalajara, la cual se situaba a las afueras de la ciudad junto a la carretera Nacional II. La nueva comisaría se componía de un edificio de cinco plantas, gimnasio cubierto, pistas deportivas con piscina al aire libre, galería de tiro y un amplio garaje para vehículos. Este cambio de acuartelamiento trajo consigo una ampliación de efectivos policiales y la adquisición de varios vehículos de la Marca Seat de color blanco que fueron conocidos coloquialmente con el nombre de las Lecheras. Debido a la amplitud de la nueva comisaría la Dirección General de Policía dio el visto bueno para que se instalara en dicho lugar la unidad antiterrorista G.E.O. y durante un tiempo los agentes compartieron las instalaciones. Posteriormente los agentes de Policía Nacional de Guadalajara se trasladaron a la nueva comisaría de la calle Barrionuevo, en la parte trasera del Gobierno Civil. La situación céntrica de esta comisaría fue muy agradecida por los ciudadanos a la hora de realizar denuncias y otros trámites administrativos. Uno de los grandes problemas de esta comisaría era la falta de espacio ya que los agentes tenían que compartir las instalaciones con los funcionarios encargados de la tramitación del D.N.I. y los pasaportes.
Por todo ello el 2 de octubre de 1993 se inauguraba la nueva comisaría de Policía Nacional en la Avenida del Ejército, con unas modernas instalaciones, que es donde permanece en la actualidad. En octubre del año 2017 la Corporación Municipal de Guadalajara, con Antonio Román Jasanada como alcalde, rindió un homenaje al Cuerpo de la Policía Nacional poniendo su nombre a una glorieta en la urbanización de Aguas Vivas.