Centros regionales

03/12/2016 - 11:45 Pedro Villaverde Embid

Vaya hoy nuestro homenaje de gratitud y reconocimiento a lo que fue y a lo que supuso para tantos guadalajareños contar con este punto de encuentro en la capital de España durante décadas que fuera la Casa de Guadalajara.

En una pared de casa cuelga un diploma enmarcado. Es el título de Melero Alcarreño otorgado en el año 2011 por la Casa de Guadalajara en consideración a medio siglo como socios de esta emblemática entidad, los primeros 38 a nombre de Salvador Embid, y los siguientes, desde su fallecimiento en 1999, con el mismo número de carné, del que suscribe este artículo. Lo recibíamos de manos del presidente y gran amigo José Ramón Pérez Acevedo en el transcurso de un acto lleno de sincero cariño y amistad, entrañable y agradable como era todo lo que se desarrollaba en aquel inmueble de la plaza de Santa Ana, de Madrid. Ya aquel día nos advertían del futuro incierto del centro regional, principalmente por el precio del alquiler, que aunque estuviese por debajo del mercado, resultaba y resultó una losa inasumible. En 2015 el cierre se consumó y recordarlo nos trae la sensación agridulce de los buenos recuerdos con la tristeza de la pérdida y esa rabia de que tal vez se pudo o se debió hacer algo más. Esta semana hemos tenido noticias de la buena gente que conformaba la entidad. Su última junta directiva ha visitado la imagen de la patrona de Guadalajara que tenían en su sede madrileña y que ahora está en el convento de las Carmelitas de Guadalajara. Además, pronto firmarán el protocolo por el que la Diputación acoge los fondos de la entidad para su custodia y se publicará un libro del historiador, muy vinculado a la Casa, Tomás Gismera, sobre sus últimos avatares. Vaya hoy nuestro homenaje de gratitud y reconocimiento a lo que fue y a lo que supuso para tantos guadalajareños contar con este punto de encuentro en la capital de España durante décadas. Nunca olvidaremos este capítulo de nuestra vida que se nos vino a la memoria el sábado cuando como cada año compartíamos, por invitación de nuestro querido José Luis Herguedas, presidente del Centro Segoviano, la celebración del Día de Segovia en Guadalajara, con la concesión de los Acueductos de Oro y Plata. Fue un evento lleno de simpatía, cordialidad y diversión, y son muchos los que realizan durante el curso. Enhorabuena a ellos y también al Hogar Extremeño que hacía entrega de su Bellota de Oro en otra comida de hermandad la pasada semana.