Comisiones de fiestas
La provincia bulle en fiestas a lo largo de todo el mes de agosto. Es el pretexto idóneo para acercarse en busca del reencuentro, de los recuerdos, del descanso y la diversión en las calles en las que se ha crecido jugando o en las que un día pisaron nuestros antepasados. Muchas pequeñas localidades están casi vacías durante el año y resurgen en la época estival, en tiempo de vacaciones y recreo, las demás, medianas o grandes- incluida la capital provincial- ven incrementar notablemente su población en los llamados días grandes. El peso de la tradición, el cariño al patrón influye sobre las personas. Para otros, especialmente jóvenes, es momento para divertirse y hacen la ruta por los pueblos en fiestas.
Todo ello es posible gracias a que la gente participa, pero sobre todo porque hay un grupo de personas que se encargan de que haya orquestas para los bailes, toros para las sueltas, trofeos para los ganadores de los diferentes torneos que han organizado, turnos para que la barra del bar esté atendida, voluntarios que preparen la caldereta o el chocolate para degustar todos juntos, coordinación con las peñas y una planificación ordenada de actividades para que la programación sea del agrado de todos los públicos. Son quienes integran la llamada comisión de festejos, normalmente con la que participación de algún representante municipal, pero sobre todo de las asociaciones del lugar. Todos aportan su tiempo, empeño, imaginación y sobre todo ilusión para que las fiestas sean lo mejor posibles. Asumen responsabilidad.
Publicamos páginas especiales de fiestas de más de medio centenar de localidades de la provincia y los alcaldes remiten el contenido festivo a estas comisiones en las que hacen descansar gran parte de la organización. Pasado ya el puente festivo por excelencia, pero todavía con mucho que celebrar durante las próximas semanas, queremos poner en valor la labor de quienes hacen posible las fiestas y desear a cuantos asisten a ellas que transcurran con alegría.