Cuenca: ciudad patrimonio y capital gastronómica. Seducción arquitectónica que te invita a probar

05/11/2023 - 20:20 M.Pérez

Patrimonio de la Humanidad y Capital Gastronómica 2023, no hay mejor presentación para ser destino de un plan de fin de semana o un solo día gracias a las conexiones por tren rápido que la conecta con Madrid en tan sólo una hora, lo mismo desde Guadalajara o Toledo. 

La ciudad te recibe dibujada entre rocas, hoces y ríos. Adentrarse en ella es hacerlo en el Medievo, en ese casco histórico serpenteado de calles empinadas y estrechas que te llevan a una animada Plaza Mayor donde podrás tomar el aperitivo o degustar un magnífico menú elaborado con productos de la tierra. 

Además de templo gastronómico, Cuenca cuenta con un patrimonio cultural y arquitectónico sin igual con antiguas murallas, casas palaciegas, conventos e iglesias cuyo origen se remontan al siglo XVII. Mención aparte merece la catedral de Santa María y San Julián, datan del siglo XIII, la catedral de Santa María y San Julián que nació como mezquita y fue cristianizada con la conquista de Alfonso VII.  El edificio del Ayuntamiento, de estilo barroco, también preside la plaza majestuoso. 

Pero si por alguna cosa se identifica a Cuenca, es por sus Casas Colgadas, construidas entre el siglo XV y XVI, desde las que se puede disfrutar de una buena mesa en uno de los restaurantes que la albergan. 

Tu visita se  puede alargar todo lo que desees, a pocos minutos de la capital, tomando la carretera paisajística CM2105, aparece uno de los recursos naturales más importantes de la región, el Parque Natural de la Serranía de Cuenca, más de 73.000 hectáreas de maravillas. Parajes tan impresionantes como el Ventano del Diablo, la Ciudad Encantada, la Laguna de Uña, el Embalse de La Toba, el Nacimiento del Río Cuervo o el Parque del Hosquillo; y las poblaciones serranas de Villalba de la Sierra, Uña, Huélamo, Tragacete y Las Majadas aparecen en esta ruta.

Los restauradores han sabido adaptar la historia, tradición, paisaje y paisanaje a cada plato, que sigue conservando su esencia pero con técnicas innovadoras culinarias. En las cartas no faltan los zarajos, ajoarriero, aljú, resói y su afamado morteruelo. 

El otoño y el invierno son perfectos para degustar las ricas carnes de caza o  de cordero de La Alcarria Conquense, asados, a la brasa o en escabeches con receta local. Gazpachos de pastor, el popular ajo arriero o los exquisitos zarajos saciarán al viajero. 

El morteruelo siempre es bien recibido y los chefs han elaborado un sin fin de presentaciones que le otorgan más entidad si cabe a un manjar de la cocina conquense, tan tradicional como innovador. 

Te proponen un helado de alhajú, natillas al aroma de azafrán o bombones de ajo negro y miel. ¿Y un resói para digerir la propuesta? Seguro que  ya planeas una escapada a Cuenca. 

Cuando el arte se traspasa a los fogones

Los establecimientos hosteleros son los mejores embajadores de cualquier destino y Cuenca tiene una gran carta de presentación. La cocina tradicional se fusiona con técnicas innovadoras en una ciudad patrimonio. Bajo Raiz Culinaria (raizculinaria.castillalamancha.es), un sello del Gobierno de Castilla-La Mancha, se abren las puertas de Las Casas Colgadas, donde el chef Jesús Segura ofrece una cocina creativa con una clara base de la culinaria tradicional del entorno y una buena bodega. En Casa de la Sirena, también hace lo propio con una cocina basada en el ‘fine dining’, por ese especial cuidado en unos menús con ingredientes de gran calidad y excelente presentación en snacks y entrantes.  
En Olea Comedor puedes viajar a través de bocados mestizos como el cordero con cuscús, chop suey o lomito saltado. 
Miguel Escutía te ofrece disfrutar en unas caballerizas del siglo XVI de la mejor gastronomía en Raff. 
La alta gastronomía pasa por Casa Marlo y en el  Figón de Huecar tradición y vanguardia se fusionan con una ventana sobre la hoz. Fotos; Turismo CLM