¿De verdad era necesario?

10/04/2017 - 18:46 J. PASTRANA

Bill Condon dirige esta versión en imagen real, aunque con mucho ordenador, de La Bella y La Bestia. Una película totalmente prescindible que tira de nostalgia para hacer taquilla.

LA BELLA Y LA BESTIA

    Director:  Bill Condon
    Reparto: Emma Watson, Dan Stevens, Luke Evans, Kevin Kline, Josh Gad, Emma Thompson.
    Guión:     Stephen Chbosky, Evan Spiliotopoulos (Novela: Jeanne-Marie Leprince de Beaumont)
    País: Estados Unidos (2017).

Hay una diferencia fundamental entre mi mujer y yo. Cuando esta semana vaya al cine a ver Ghost in the shell, ella se quedará en casa. No me quejo, que conste. Alegará en su defensa que no escribe sobre cine en un periódico, así que puede ser selectiva con la basura que paga por ver.

Ya de chico La Bella y la Bestia versión 1991 me pareció una película más de niñas. Prefería Aladdin, El rey León o directamente las de Bud Spencer y Terence Hill. Sin embargo, algo debía guardar en su interior, porque incluso llegó a estar nominada al Oscar. Crecí, por lo tanto, con el firme convencimiento de que algo se me había escapado.

Llegada la versión real que ha dirigido Bill Condon, la sensación es la misma. Son muchas las voces de mi entorno que resaltan lo bonita que es, pero lo único que veo es una película que repite el original de dibujos animados con pocas y desafortunadas variaciones. Y quizás sea eso lo peor que se puede decir de ella, que sólo funciona cuando copia y que se adentra en el terreno de la vergüenza ajena cuando trata de innovar.

La historia es la misma que la de 1991, aunque con un breve prólogo que explica cuán malo era el príncipe antes de que una hechicera le embrujara. Si la bruja buena/mala se pasó de frenada o no es algo que dejaremos a juicio del espectador.

De ahí damos un salto de X años en el tiempo, que es cuando aparece Bella, una ávida lectora a la que se le queda pequeño el pueblo en el que vive. Su padre, un inventor, se pierde de camino a París, porque estamos en Francia, aunque sólo haya dos personajes que hablen con acento francés, y cae en el territorio de La Bestia, que le encarcela por robar una rosa. Bella se entera, propone quedarse en su lugar y La Bestia, que es bestia, pero no tonta, accede. El resto, es una historia de amor que incluye a un apuesto, garrulo y desequilibrado cazador que también pretende a la joven.

Buenos vestuarios y decorados, puesta en escena decente, números musicales simpáticos, pero sin grandes coreografías, reparto de estrellas que aporta bien poco y hasta horrorosas canciones nuevas. En resumen: mi mujer pudo tararear las canciones de su infancia. Yo fui feliz escuchándola cantar bajito. Podíamos haber visto la de dibujos en casa.

LO PEOR
Las canciones nuevas, con mención especial a “Mi vieja torre”, si es que se llama así. Que las hayan doblado al español, algo que ya debería estar superado en estos tiempos. El supuesto mensaje de la película a uno le parece cuestionable, pero vaya usted a saber, que no he estudiado Filósofía.

LO MEJOR
Lo que ya era lo mejor en la película de dibujos animados: Lumiére, Din Don... y no se me ocurre nada más. Espera, sí, el perro taburete.