Derribo inminente del edificio de los Solano en Guadalajara

24/07/2021 - 12:35 Redacción

Ya se ha retirado las balaustradas, rejas y balcones y todo está preparado para el abatimiento de un inmueble  que data de finales del XIX.

En el número 47 de la calle Mayor, llegando a Santo Domingo, se encuentra el edificio de los Solano. A la planta de acceso nos da la bienvenida una vieja farmacia en estado de abandono y una puerta de madera cuyas bisagras, décadas atrás, no dejaban de chirriar por la entrada y salida de los vecinos. Balaustradas oxidadas, miradores en mal estado, persianas y ventanas de madera muy deterioradas por la humedad, el sol y la carcoma, alejan a esta joya arquitectónica característica de finales del XIX del esplendor que tuvo antaño. Unas vallas, una grúa y un precinto de seguridad afean un inmueble de esos que en Oporto están muy valorados –los hay a cientos- y otorga a la ciudad portuguesa un paisaje urbano muy especial. Pero éste no es el caso. Prima el peligro de derrumbe y el respecto estético del entorno. El futuro promotor parece no querer arriesgarse a una peligrosa obra de rehabilitación, por lo que ha decidido su derrumbe, con todas las garantías de seguridad.

El paso previo ya se ha dado: Ayer ya se quitó toda la cerrajería, miradores y balcones, de de gran valor, con el objeto de conservarse por considerarse que son “elementos arquitectónicos característicos de la calle Mayor de la ciudad desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX", se detalla en el  decreto municipal que permite bien reformar la fachada o derribarla, siendo obligatorio en este caso "la recuperación del valor ambiental del edificio en base a la reconstrucción de las fachadas del edificio colindantes con la vía pública, con estricto respeto a la composición y diseño existentes, mediante la incorporación de un levantamiento de datos”.

La solución ahora pasa por un derribo inminente y su reconstrucción, pero respetando la apariencia que tenía y  utilizando los métodos y medidas que hoy en día existen, que no son los mismos que había cuando se obligó a mantener la fachada.