El día del juicio

25/05/2019 - 17:31 Luis MIguel Almazán

El juicio se celebrará en la llamada sala de vistas, un lugar solemne cuya forma es de varias mesas colocadas en forma de ‘n'.

Hoy les voy a hablar de la inevitable visita al juzgado cuando iniciado un proceso judicial no queda más remedio que acudir el día y a la hora en la que hemos sido citados para la celebración de la correspondiente vista de juicio.

En muchos casos, y según el trámite, un procedimiento judicial puede comprender varias comparecencias, vistas o juicios. Pero en casi todas las ocasiones, la forma en que se desarrolla el juicio es similar, con alguna excepcionalidad según cada juzgado (y según el tipo de procedimiento).

El juicio se celebrará en la llamada sala de vistas, un lugar solemne cuya forma es de varias mesas colocadas en forma de ‘n’ en cuyo centro suele estar la mesa donde se sitúa el juez o la jueza del juzgado (en adelante “Su Señoría”) con su toga negra con puñetas blancas. A la derecha de Su Señoría se sentará el Ministerio Fiscal (en los casos en los que deba comparecer por haber hijos menores, por ejemplo) y el abogado de la parte demandante. A su izquierda, el abogado de la parte demandada (los procuradores también pueden ocupar estas posiciones junto a los letrados). Los litigantes se sentarán en la primera fila de bancos existentes en la sala frente a sus respectivos abogados y también estará en la sala el oficial del juzgado que se encargará de activar la grabación del juicio, de recoger la documentación que se aporte para trasladarla a los intervinientes y de salir a llamar a los testigos, entre otros cometidos.

Generalmente, antes de iniciar el juicio, Su Señoría preguntará si es posible llegar a un acuerdo. Muchas veces hace entrar previamente en la sala a los letrados de las partes (lo que denominamos “llamar a consultas”). Si se alcanza un acuerdo también se celebraría vista, pero para que los litigantes ratificaran los términos de dicho acuerdo. En caso de no haber acuerdo, se celebrará la vista: Su Señoría nombrará el número de procedimiento y los litigantes, y dará la palabra al abogado del demandante para que se ratifique en la demanda y al abogado del demandado para que se oponga a la misma -en todo o en parte-. Después las partes propondrán pruebas y se practicarán las que admita Su Señoría, dando por aportados los documentos de los escritos presentados, admitiendo más documentos, interrogando a las partes, a los testigos o a los peritos si los hubiere. Tras la práctica de las pruebas, Su Señoría dará la palabra a los letrados (y al Ministerio Fiscal si es el caso) para que durante unos minutos expongan sus conclusiones, teniendo en cuenta las pruebas admitidas y realizadas. Tras esas conclusiones, el juicio quedará visto para sentencia y los intervinientes abandonarán la sala.

Al igual que en otras circunstancias de la vida, la imagen y el comportamiento en la celebración del juicio es importante: tanto la vestimenta como la actitud del litigante dentro de la sala va a ser objeto de examen por Su Señoría y podría incluso influir en su decisión. No gesticular, no hacer aspavientos, no interrumpir, no hablar cuando no corresponde... En definitiva: no llamar la atención puede otorgar puntos ‘extra’ (además de desconectar el teléfono móvil). Y si tiene que hablar cuando así le corresponda, deberá tratar a todos de usted, con cortesía y respeto. Bajo ningún concepto debe perder los nervios y responderá con la mayor tranquilidad y concisión posible a las preguntas que le hagan. Seguro que con estos consejos cuando salga del juzgado pensará que tampoco ha sido para tanto. www.almazangarciaabogados.com