El número de carteros disminuye un 23% en la provincia entre 2019 y 2021
La zonas de Molina, Campiña Alta y Baja, así como Corredor del Henares, las más afectadas. En 2019 había casi 300 carteros en la provincia de Guadalajara. En la actualidad esta cifra ha descendido hasta 230.
Hace dos años un cartero tenía que dar servicio a ocho pueblos de media. Ahora a una quincena. La plaza del que se jubila, o del funcionario al que le concede el traslado a otros ministerios, no se repone, lo que se traduce en más kilómetros y más servicios, con lo que los pequeños pueblos se ven muy afectados por la situación, sobre todo a la hora de las recogidas de envíos, que se demoran por más tiempo, en ocasiones hasta dos o tres días, o, en otros casos, el trabajador, para abarcar su tarea dentro del tiempo y territorio asignado, se ve obligado a dejar el correo en gasolineras.
“La situación actual es inviable, porque el cartero no llega, o lo hace día sí, día no”, denuncia María López, responsable del Sector Postal de CC OO, y trabajadora en Atención al Cliente, que va más allá: “Correos habla de la España vaciada, cuando en realidad no hay carteros suficientes, no hay personal; si quieren acercar las oficinas a los pueblos, habrá que contratar el doble de empleados”.
En la actualidad hay en la provincia de Guadalajara 17 oficinas técnicas y auxiliares, en Jadraque, Cifuentes, Yunquera de Henares, Humanes, Brihuega, Sacedón, Mondéjar, Torrejón del Rey, El Casar, Pastrana, Molina de Aragón, Marchamalo, Chiloeches, Trillo y Sacedón, a las que se suman las oficinas principales de Azuqueca de Henares y Guadalajara. Según datos ofrecidos por Comisiones Obreras, ésta es la situación actual en las dos grandes localidades del Corredor del Henares, que tienen oficinas principales y que atienden durante toda la jornada:
En Guadalajara hay tres sedes de Correos, en el Centro Comercial Ferial Plaza, en la calle Alvargómez de Ciudad Real, y en la Avenida de Francia. Su horario de atención es de 8 a 21 horas, excepto la del Ferial Plaza que está hasta las 22.00. En la unidad de reparto debería haber 31 empleados y sin embargo hay 23 porque cinco de ellos se dieron de baja durante el primer año de pandemia y no se repusieron.
En la de Azuqueca de Henares, situada en la calle Comendador, se atiende entre las 8 y las 21 horas. Allí había 11 carteros, en la actualidad hay seis, “porque no se cubren ni las bajas, ni las jubilaciones”.
En El Casar hay una oficina técnica y una unidad de reparto que atiende de 8 a 15 horas, pero en la actualidad, debido a que el cartero urbano se cambió de destino, esta vacante no se cubrió, con lo que desde hace cinco meses llega al pueblo por un cartero procedente de los municipios de alrededor, con las demoras que ello conlleva.
En Molina de Aragón, en enero de 2021, Correos quitó la “conducción” de La Yunta, es decir, la ruta que iba desde la localidad molinesa hasta La Yunta, tras la jubilación del cartero. A raíz de esta incidencia, varios colectivos comarcales, a los que se sumó la alcaldesa, Margarita Morera, recogieron 1.400 firmas pidiendo que se mantuvieran todas las rutas de la comarca de Molina de Aragón. El servicio se optimizó y se repartió entre los carteros existentes. Iniciativas como ésta, adoptadas a lo largo de los últimos dos años, han provocado que, de los ocho empleados que había se pasara a cinco en la actualidad. La propia Margarita Morera confirma la información: “Ahora recibimos el correo cada dos días, porque al cartero, que tiene más rutas, no le llega el horario para completar el recorrido”.
En Viñuelas, en febrero de 2021, al alcalde, Arsenio Pérez, denunciaba el “abandono” que sufrían pueblos como el suyo, mostrando su impotencia por el hecho de que su núcleo, con 140 habitantes, fuera víctima de la supresión del cartero del código postal 19.184, que se jubiló. Desde entonces, la zona, conformada además por Valdepeñas de la Sierra, Casa de Uceda, Villaseca de Uceda, Valdesotos y Tortuero, tiene cobertura de forma esporádica. “A veces ni se puede llegar y no se reparte, en otras ocasiones, se deja el correo, bien al alcalde, bien en la gasolinera”, se informa desde CC OO, ya que el servicio tiene que ser cubierto por otro profesional que abarca más pueblos.
Arsenio Pérez recuerda que en Correos se comprometieron a cubrir la baja mediante la convocatoria de una plaza fija. “No se ha llevado a efecto nada, directamente no hay correo como antes, estamos al 40 por ciento”, describe. La situación actual es la siguiente: no hay distribución en días fijos, “se viene cuando se viene y cuando no hay notificaciones certificadas ni se hace”. Hay carteros –quiere remarcar-, “pero vienen de los pueblos aledaños y otros códigos postales. Es un servicio público y, por tanto, respaldado por un derecho constitucional que debe llegar a todos los pueblos, tanto de cinco, como de 5.000 habitantes”.
Según María López, responsable del Sector Postal de CC OO, “la idea del actual presidente, Juan Manuel Serrano, es reducir al mínimo las oficinas, aunque de momento no se ha tocado a la plantilla de carteros”. María López critica que “Correos quiere ir más allá e intenta privatizar un servicio que es público, convirtiéndolo en una empresa logística de reparto, algo a lo que nos oponemos frontalmente, porque la gente de los pueblos necesita a alguien que les lleve diariamente las cartas con eficiencia y cercanía”.