El salto de la responsabilidad política al ‘mesianismo’ rídiculo

30/05/2020 - 14:07 Fernando Almansa

Mentiras y medias verdades que se lanzan con una asertividad propia de maestrillo autoritario que menosprecia la inteligencia de sus pupilos. Mal  vamos, y con una oposición tan insesata como el propio Gobierno.

Hace unos días un articulista hablaba de “las homilías de Illa y de los sermones de Sánchez”; y efectivamente, Sánchez en particular, ha ido adoptando, cada vez más, un papel “sacerdotal” mediador entre las fuerzas supremas que dirimen el bien y el mal de la humanidad y el pueblo ignorante y desorientado que busca un “mesías” todopoderoso, sabio y prudente que salve al pueblo de la pandemia y sus consecuencias.

Es interesante analizar los discursos de Sánchez a la nación, sus “predicas” apelando a bienes superiores: la unidad, el espíritu de victoria, la ejemplaridad de la nación, la devota sumisión a los poderes del Estado, etc., etc. Resultaría reconfortante si eso reflejara la realidad, pero resulta grotesco, humillante e irritante, al ver la enorme brecha que separa la realidad del sermón del presidente.

Más lamentable aún, resulta ver el énfasis con el que proclama que se reiniciará la liga de futbol, el turismo estival, y la apertura de terrazas. Grandes prioridades nacionales sin duda alguna, que el dadivoso mesías trae a un país en ruina y adormecido.

Resulta interesante también, analizar sus gestos, su lenguaje no verbal, su expresión cada vez más hierática, apática, carente de toda emoción; hace pensar que está sometido a un tratamiento psicológico y quizá farmacológico, para proteger sus emociones y no derrumbarse, haciendo cada vez, más distante la separación entre la realidad objetiva y la realidad subjetiva en la que vive Sánchez. Da miedo, mucho miedo,… más que el propio virus.

A esto se añade los envoltorios de mentiras y realidades incompletas con las que el señor Simón y otros riegan cada día las comunicaciones oficiales. Cuando Simón dice que se canceló el acto evangélico previo al 8 de Marzo, porque pensaban asistir personas de varios países afectados por la pandemia, no dice, que los aeropuertos internacionales españoles siguieron plenamente abiertos y sin ninguna, absolutamente ninguna, medida de control y prevención, incluso una vez decretado el estado de alarma, como yo mismo pude experimentar en el aeropuerto de Madrid el mismo día 15 de marzo a mi regreso del sudeste asiático. Si en esas fechas entraban cada día decenas de miles de pasajeros internacionales procedentes de todo el mundo y sin control alguno, parece ridículo cancelar encuentros de congresos de unos cientos de personas, todos ellos identificados y con total capacidad de darles seguimiento.

Mentiras, y medias verdades, que se lanzan con una asertividad propia de maestrillo autoritario que menosprecia la inteligencia de sus pupilos.

Mal vamos, y con una oposición tan insensata como el propio gobierno, sólo nos queda a la ciudadanía, mantener la responsabilidad que la clase política no tiene, seguir denunciando, proponiendo y para los creyentes,… rezando, y mucho.