El ultramarinos del siglo XXI que serpentea barrancos y queda a un ‘clic’ de tu despensa

05/06/2025 - 18:31 Paco Campos

Lili y Diego reparten esperanza y alimentos en los pueblos del Alto Tajo con su negocio ya conocido coloquialmente como “Amazon rural”. En una comarca donde cada curva de la carretera es un recordatorio de lo lejos que queda todo, un paquete con pan, leche y fruta puede ser mucho más que un simple recado.

Puede ser una visita. Una señal de que alguien se acuerda de ti. Una forma de quedarse. Así lo entienden Lili y Diego, una pareja colombiana que ha convertido una pequeña tienda de El Recuenco en el corazón logístico de un proyecto que está transformando la vida en nueve pueblos del Alto Tajo.

El servicio de reparto a domicilio que gestionan desde la Tienda La Silvestre no solo lleva alimentos y productos básicos a domicilio. También reparte dignidad, autonomía y vínculos en una de las zonas más despobladas y dispersas de Europa. Conocida coloquialmente como “Amazon rural”, este pequeño colmado, tienda de ultramarinos del siglo XXI, es mucho más que una etiqueta moderna: encierra una historia de adaptación, vocación de servicio y apuesta por el territorio.

Martes, viernes, lunes, jueves… y siempre a tiempo

Todo comienza en la trastienda de la Calle Sol, número 14, en El Recuenco. Allí, entre estanterías y albaranes, Lili y Diego preparan los pedidos que llegarán por teléfono o por web. Después trazan dos rutas que serpentean por montes y hoces.

La Ruta 1, activa los martes y viernes, recorre los pueblos de Armallones, Huertapelayo, Peñalén, Poveda de la Sierra, Villanueva de Alcorón, Villar de Cobeta y Zaorejas.

La Ruta 2, que se realiza los lunes y jueves, llega a los municipios de Arbeteta y Peralveche.

En total, más de 200 kilómetros por semana para acercar lo cotidiano a quienes no pueden o no quieren renunciar a vivir en su pueblo.

El presidente de la Mancomunidad Alto Tajo, Enrique Collada, asegura que "lo que queríamos era, sobre todo, reinventar los servicios públicos en estas zonas rurales, porque nos toca ser muy creativos y facilitar el comercio y también la venta de sus productos a los productores de la zona a través de esta tienda, por lo que estamos deseando que funcione muy bien porque es un proyecto muy bonito". 

“Queremos que todos puedan hacer la compra como en cualquier sitio. Con comodidad, con variedad, sin tener que depender de si hay coche o si alguien puede acercarte al pueblo de al lado”, explican. Desde su página web —www.lasilvestrealtojo.com—, los usuarios pueden ver el catálogo, elegir lo que necesitan y recibirlo directamente en casa o en las taquillas habilitadas en cada localidad.Una tienda para quedarse

Pero La Silvestre no es solo reparto. También es punto de encuentro, mostrador y almacén. Un espacio rehabilitado gracias al “Plan Integral de Impulso al comercio local en la Mancomunidad Alto Tajo”, financiado por el Ministerio de Economía en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. El proyecto fue diseñado desde el Grupo de Desarrollo Rural ADR Molina de Aragón–Alto Tajo, y se ha convertido en una apuesta práctica por un modelo de comercio adaptado a la realidad rural: multicanal, flexible y centrado en la persona.

Su catálogo, que se puede consultar tanto en tienda como a través de la web. Desde frutas, verduras, carne o pan recién hecho, hasta productos de limpieza, conservas, lácteos, higiene personal o incluso artículos de ferretería, La Silvestre ofrece todo lo imprescindible para el día a día sin salir del Alto Tajo. A esto se suman productos locales, ecológicos y de kilómetro cero que fortalecen el tejido productivo de la zona.

Abren de lunes a sábado, mañana y tarde. Atienden encargos especiales. Saben los gustos de cada vecino. Y también escuchan. Porque detrás de cada pedido hay una conversación, una preocupación o una historia.

De Colombia al Alto Tajo: una apuesta por la vida rural

Lili y Diego aterrizaron en España en 2022 y, al año siguiente, descubrieron El Recuenco. Allí vieron algo más que un pueblo pequeño. Vieron un futuro. Se instalaron, se hicieron cargo de la tienda y decidieron impulsar un modelo que combina el calor de la atención personalizada con la eficiencia de las nuevas tecnologías.

“Este proyecto no es solo un trabajo para nosotros. Es nuestra forma de contribuir al desarrollo local y a la fijación de población. Si logramos que una persona más pueda seguir viviendo en su pueblo gracias a este servicio, ya habrá valido la pena”, dicen. Y en cada entrega, en cada llamada que reciben al 624 77 11 02, en cada cesta que preparan, dejan claro que lo suyo no es solo vender productos. Es, sobre todo, hacer pueblo.

Porque en el Alto Tajo, donde los servicios menguan y los inviernos se alargan, tener cerca una tienda puede ser la diferencia entre quedarse o marcharse. Y Lili y Diego, con su furgoneta y su sonrisa, han decidido que merece la pena quedarse.