Elecciones Municipales del año 1979, en Guadalajara... alcalde socialista, por tres minutos

08/05/2016 - 09:30 Redacción

 

Próximamente, todos los españoles estaremos nuevamente llamados a las urnas, en concreto el 26 de junio, para elegir a un nuevo Gobierno, una circunstancia que no se había producido desde la confirmación de la Constitución Española, en el año 1978. Pero si hubo unas elecciones polémicas en Guadalajara esas fueron las que se celebraron en nuestra capital, en el mes de abril del año 1979.
       En dichas elecciones, en las cuales los ciudadanos de Guadalajara elegían de forma directa a su alcalde, después de permanecer las urnas calladas durante 48 años, concurrían nada más y nada menos que seis formaciones políticas con aspiraciones de ocupar el sillón principal del salón de plenos del Ayuntamiento de Guadalajara. El partido centrista U.C.D. era el gran favorito para llevarse de calle las elecciones y era encabezado por el prestigioso médico de Guadalajara, Luis Suárez de Puga, el cual había permanecido ya varios años, como edil del ayuntamiento capitalino.
    El Partido Socialista presentaba como candidato a un joven abogado laboralista, llamado Javier de Irízar Ortega, el cual era  conocido debido a que su padre  Mauro José de Irízar, había estado de concejal bajo las órdenes del alcalde Antonio Lozano Viñes. Coalición Democrática aspiraba a la Alcaldía con el  médico cirujano, Álvaro Hernando Palafox, muy conocido tanto en la capital como en la provincia alcarreña. El Partido Comunista de España elegía para encabezar la lista municipal a Juan Ignacio Begoña, el cual fallecería años más tarde de un brutal infarto en Italia, cuando se encontraba de vacaciones.
    La derecha más radical era representada por la formación de Unión Nacional, siendo liderada por Carlos Vaamonde, el cual ocupo la Alcaldía de la localidad de Fuentelahiguera durante varios años. Por último, la formación izquierdista de Bandera Roja, la encabezaba un jovencísimo Carmelo Berdún, que posteriormente, ocupó durante varios años, la secretaría general del sindicato Comisiones Obreras.
    El día 16 de febrero expiraba el plazo para presentar las listas de candidatos a la Alcaldía en el Juzgado de Primera Instancia, lugar donde se encontraba la Junta Electoral. Minutos antes de  llegar a las 12 de la noche, Ricardo Calvo y Javier de Irizar se personan para presentar la candidatura de alguna localidad de la provincia, momento en el cual aprovecharon para interesarse por la lista centrista a la capital, manifestándoles el secretario de la Junta que sorprendentemente todavía no había sido presentada. Por este motivo, los dos dirigentes socialistas, optaron por quedarse en el lugar y verificar a qué hora era presentada la lista municipal de U.C.D. Para comprobar la hora oficial, encendieron  un transistor, y buscaron una emisora,  en concreto Radio Nacional de España, y cuando indicó el locutor, que eran  las doce de la noche, la lista no había sido presentada.
    Tres minutos más tarde, aparece el  secretario particular del gobernador de la provincia, entregando la lista e ignorando que el plazo de presentación había finalizado. Posteriormente, los dirigentes socialistas levantan acta del hecho ocurrido y denuncian el caso ante la Junta Electoral de la Zona de Guadalajara, la cual desecha la denuncia y confirma la validez de la candidatura centrista, por lo que la campaña publicitaria se desarrolla con toda normalidad.
    Tres días antes de la llamada a las urnas, la Audiencia Territorial de Madrid, da la razón a la denuncia presentada por el Partido Socialista, Unión Nacional y Coalición Democrática, anulando definitivamente la candidatura de U.C.D. en la capital de Guadalajara. Esta noticia cayó como una auténtica bomba en la sede centrista, situada en la plaza Mayor, muy cerquita del Ayuntamiento de Guadalajara.
     Finalizada la jornada electoral del día 3 de abril, el Partido Socialista y Coalición Democrática, obtenían siete concejales. De manera sorpresiva el Partido Comunista, lograba obtener cuatro ediles municipales y, por último Unión Nacional daba también la sorpresa al conseguir tres concejales.
El 20 de abril, el socialista Javier de Irízar, tomaba posesión como alcalde de Guadalajara, gracias al apoyo de los votos de la bancada comunista e igualmente,​ con la fortuna de los tres minutos más polémicos de la historia de Guadalajara.