En Cuenca, gastronomía y patrimonio van de la mano
La cocina conquense es cómplice de una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad
Este año 2023, Cuenca se ha hecho justo merecedor del título de Capital Española de la Gastronomía, un galardón que sin duda hace justicia a una ciudad tan deliciosa. Pues, tras haber tomado el relevo a Sanlúcar de Barrameda y competir contra las interesantes Pontevedra y Oviedo, Cuenca será una de las capitales de España más atractivas para visitar, y gran culpa de ello lo tiene su gastronomía. Su cocina está marcada por las tradiciones y es de carácter costumbrista, por ello, podemos encontrar entre sus recetas destacadas caza, vinos o quesos. Además, también es una cocina que aúna diferentes culturas, ya que por la ciudad han pasado muchas civilizaciones que han dejado huella. Entre ellas, los postres de la cocina islámica, las verduras y asados de los tiempos cristianos, o los productos del mar de la época colonial.
Pero Cuenca es mucho más que gastronomía. De hecho, el director general de CEG, Pedro Palacios, ha afirmado que la cocina conquense está "en total conexión con el entorno natural y monumental". Y el alcalde de Cuenca, Darío Dolz, dijo que "es una ciudad que aúna patrimonio, historia, arte, cultura, hospitalidad, naturaleza y una excelente gastronomía". Por su parte, el jurado argumentó que "sus famosas Casas Colgadas, desde el siglo XV, penden sobre el Huécar y hoy son un icono de la ciudad y una fotografía imprescindible para el visitante. Cuenca es una ciudad enjambre, formado por casonas, palacios, callejuelas, iglesias y conventos que narran interminables leyendas medievales en espacios urbanos cargados de magia". Por todo ello, visitar Cuenca merece recorrer sus calles y descubrir todo su patrimonio, además de darse un buen festín con su excelente gastronomía.
Para empezar, Cuenca se sitúa tan solo a una hora de Madrid en AVE, y a menos de dos horas en coche de la capital de Guadalajara, por lo que es perfecto para pasar el día o el fin de semana. Además, se encuentra en un paraje único: entre las hoces de los ríos Júcar y Huécar. Nuestra recomendación es que visites esta bonita estampa desde el puente de San Pablo, aunque…¡Cuidado si tienes vértigo!
Otro de sus grandes alicientes como destino turístico ideal es su rico patrimonio artístico. De hecho, fue declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996. Y es que Cuenca sigue conservando su trazado urbano original, propio de una ciudad medieval fortificada. La estampa más característica de la ciudad es la de sus Casas Colgadas, construidas entre los siglos XIII y XVI. Estas han desempeñado a lo largo de la historia diferentes funciones, entre las que destacan las de casa consistorial. Actualmente albergan el Museo Nacional de Arte Abstracto. Pero, además de esta maravilla de la arquitectura popular española, Cuenca tiene mucho por enseñar. Sus estrechas calles, con su empedrado característico, pueden conducirte hasta la plaza Mayor, que es testigo de las grandes citas conquenses, como la Semana Santa y San Mateo. Allí, son dignas de admirar sus fachadas, pintadas con colores muy vivos. También la catedral, que fue, junto con la de Ávila, la primera de estilo gótico que se construyó en Castilla.
Estos son solo algunos de los ejemplos de la monumentalidad de Cuenca, pero la mejor opción para descubrir la ciudad es, tras calzarse unas zapatillas cómodas, recorrer todas sus callejuelas y rincones. Además, puedes acercarte al barrio del Castillo, el barrio más alto de la ciudad, y disfrutar de sus bonitas vistas.
Después de haber derrochado toda tu energía en la bonita ciudad, puedes reponer fuerzas en cualquiera de los restaurantes con sello ‘Raíz Culinaria’, pues no hay mejor fin de fiesta que llenar el estómago. Estos son los siguientes: Casa de la Sirena, Casas Colgadas, Fuentelgato, Setos, La Muralla, Trivio, Raff San Pedro (con un Sol en la Guía Repsol), Mesón Nelia, Restaurante Seto, Olea Comedor, La Rebotica, Essentia, Figón del Hécar, Complejo Enoturístico La Estacada, La Martina y Casa Marlo. Todos ellos ofrecen elementos comunes típicos de la cocina castellana como el morteruelo pastoril, los zarajos, el ajoarriero o la caza. Además, los restaurantes de ‘Raíz Culinaria’ se caracterizan por la calidad de sus elaboraciones y de sus chefs, que trabajan día a día con entusiasmo, basando sus elaboraciones en productos de la tierra. Además, el sello ‘Raiz Culinaria’ defiende cualquier técnica ancestral autóctona que haya traspasado fronteras, siendo así el germen de otras muchas cocinas del mundo.
Conjugar patrimonio gastronómico y cultural es posible. Cuenca ofrece al visitante una oportunidad perfecta para sorprenderse paseando por sus rincones monumentales, descubriendo escondidas callejuelas, así como su imponente Catedral de estilo neogótico normando y disfrutar de los demás edificios emblemáticos que alberga la Plaza Mayor. Al fin y al cabo, Cuenca es la ciudad española con más patrocinio cultural, de forma que el turista cultural es también turista gastronómico, algo que ya de por sí es un aliciente.
¡Disfruta de Cuenca en su conjunto! No desperdicies la oportunidad de admirar el bonito paraje en el que se encuentra y conocer sus monumentos más famosos. Y, por supuesto, ponte las botas con su excelente gastronomía, que abandera ‘Raíz Culinaria’ con orgullo.