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Estos son los 40 ‘héroes’ que llevaron a hombros su Nazareno durante 3,5 horas
La solemnidad del Jueves Santo se vivió ayer con una intensa participación en las calles de Guadalajara, donde la venerada imagen de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno fue el centro de una de las dos procesiones que se celebraron que congregó a numerosos fieles.
FOTOS: IVÁN BALKIZ BERNAL
La marcha, que se extendió a lo largo de tres horas y media, desde su inicio a las 19:30 horas en la iglesia de San Nicolás hasta su conclusión a las 23:00 horas, fue posible gracias al esfuerzo coordinado de casi cuarenta costaleros.
La logística de una procesión de esta magnitud requiere una planificación meticulosa y la sincronización de numerosos participantes. Los costaleros, distribuidos estratégicamente bajo el paso, realizaron relevos coordinados para soportar el peso de la imagen a lo largo de las 3 horas y media de trayecto por las históricas calles de Guadalajara. Este esfuerzo físico, realizado con devoción, es un elemento central que los fieles observan con respeto y admiración.
La jornada del Jueves Santo se centró exclusivamente en la procesión de Nuestro Padre Jesús Nazareno, una tradición diferenciada del Lunes Santo, día en que procesiona la Virgen de la Misericordia. El Hermano Mayor, Isidoro Alba Martínez, celebra que la celebración religiosa se haya podido celebrar en su totalidad, tras el intento fallido de completar la salida de la Virgen el Lunes Santo debido a las inclemencias meteorológicas, lo que añadió un significado particular al éxito de la procesión del Nazareno. La culminación sin contratiempos del recorrido del Jueves Santo representó, por tanto, un momento de especial satisfacción para la Cofradía y sus seguidores.
La preparación para este destacado evento de la Semana Santa comenzó varios meses atrás, concretamente en enero, cuando los costaleros iniciaron sus ensayos. Este compromiso anticipado subraya la dedicación de los miembros de la Cofradía para asegurar el desarrollo impecable de la procesión. Un elemento significativo en la memoria de la Hermandad durante este año fue el recuerdo del 79 aniversario de la fundación de la capilla de la clínica San Vázquez, un vínculo histórico que conecta a la Cofradía con sus tradiciones.
La procesión del Jueves Santo en Guadalajara se consolida así como una profunda expresión de fe y tradición arraigada. La masiva asistencia, la dedicación de los costaleros y la solemnidad del acto religioso convergen para crear una experiencia significativa que perdura en la memoria de los participantes y espectadores. La jornada ejemplificó la vitalidad de las tradiciones de Semana Santa en Guadalajara, donde la devoción se manifiesta de manera colectiva y emotiva.
Para el Hermano Mayor, Isidoro Alba, a Semana Santa trasciende la mera tradición, representando una experiencia profundamente personal y espiritual: "Es una semana especial para todos los cristianos, que vivo desde dentro". En cuanto al esfuerzo de los costaleros, su admiración es palpable, destacando una resistencia y un espíritu de sacrificio que parecen desafiar los límites físicos, sugiriendo que la entrega devocional podría sostenerlos incluso por periodos mucho más extensos que las ya largas horas de procesión: “A cualquier costalero que le preguntes, les dices ‘tres horas y media’, y si fuesen seis, tampoco pasaría nada”.