Familias al completo acompañan a los Gigantes y Cabezudos en su desfile

La expectación era máxima este domingo en las calles del centro. Algunos se habían acercado directamente a la plaza Mayor, echando cuentas del tiempo que tardarían en llegar. Pero tuvieron que seguir caminando para llegarles al encuentro. Y es que la comparsa de Gigantes y Cabezudos de Guadalajara se lo tomó con tranquilidad para que todas las familias que los acompañaba, que eran muchas, disfrutaran del momento.

Y por fin llegaron a San Roque, en cuyo paseo se formó un cuello de botella por las muchas terrazas de la vía. En la Concordia, los pequeños fueron donde más disfrutaron de las persecuciones y bromas de los cabezudos entre los que se estrenaba el admirado Pepito. Algunos de los niños se presentaron preparados con algún elemento para dar la respuesta a los atrevidos cabezudos. También hubo quien se quedó ensimismado con la altura de los gigantes, que pasearon con clase por las calles de la ciudad.