Isabel Coixet: “‘Un amor’ es un retrato sobre la ruindad humana en la ciudad, en un pueblo y en todas partes”

10/11/2023 - 14:31 CENT

Una inquietante proposición sexual es el punto de partida de la historia que cuenta Isabel Coixet en su última película. 

Isabel Coixet estrena Un amor una película emocinalmente intensa en la que se nos narra la pasión obsesiva y desbordante que se establece entre los personajes de Laia Costa (Nat) y Hovik Keuchkerian (Andreas) después de que ella acepte una inquietante proposición sexual de él .
  

    Un amor es la adaptación de una novela. ¿Cambia mucho afrontar esta película respecto a una en la que elaboras un guión original?
    Es verdad que he hecho más guiones originales, pero ya había realizado cuatro adaptaciones. Es más fácil hacer una idea original porque no tienes que pelearte con nadie... a parte de  los productores, claro. Pero es verdad que una adaptación, de alguna manera, tienes más servidumbres. Primero está la película que la gente se ha hecho en la cabeza, porque la gente cuando lee un libro también piensa, ve una película en su cabeza. Y la otra es respecto al autor del libro. Yo admiro mucho a Sara Mesa y estoy  muy contenta de que ella esté contenta con la adaptación, porque la hemos hecho respetando la esencia del libro, buscando una traducción fílmica a cosas que ella ha escrito. La  película que tenga la gente en su cabeza no sé cuál es, pero a Sara al menos sé que está contenta con la película. Le ha gustado. 

    La voz y los idiomas son elementos fundamentales para definir al personaje de Laia Acosta. ¿Se trata de una historia sobre la comunicación, sobre la voz?
    Más bien sobre el peso de las palabras, sobre cómo se puede decir un mensaje. O sea, piensa cómo sería el mensaje que dice el personaje de Hovik si hubiera empleado otras palabras, si cuando le dice “entrar en ti” se lo hubiera dicho de otra manera. Es una fórmula tan clínica la que él emplea, que yo creo que para ella es un camino para aceptarlo, porque está dicho como con corrección, educación y  unas palabras ciertamente clínicas. Yo creo que esa precisión, lo que las palabras dicen y lo que las palabras a veces esconden, es una obsesión de Sara Mesa y también es una obsesión mía. De alguna manera, el personaje de Nat está un poco a caballo entre la Jana de La vida secreta de las palabras y la Florence de la Librería.

    Encuentro en la película no tanto una desromantización de la vida rural, sino más bien una mirada bastante amarga sobre una realidad más universal. 
    Estoy de acuerdo. Yo he vivido bastante en un pueblo y me parece que las cosas que le pasan a Nat podían haberle pasado perfectamente en una ciudad. Lo que ocurre es que al tener el contexto de un pueblo, todo está delante de ti. No está difuminado ni escondido, todo está en tu cara. Ese es el recurso de la novela y la película, pero es un retrato de la mezquindad y de la ruindad humana en las ciudades, en los pueblos y en todas partes.

    Hay también un comentario acerca de la urbanización del campo, de cómo un hombre soltero o una familia tradicional pueden llevar su estilo de vida urbanita al campo y, sin embargo, cuando es una mujer soltera la que lo hace, se pone en tela de juicio?
  
 Sí. De hecho, hay tres personas que dicen, “¿tú has venido aquí sola?” Que son cosas que a un tipo no se lo preguntan, ¿no? Yo como mujer soy muy consciente de esas cosas, de esos comentarios de “ah, ¿pero y no tienes miedo?” y tu responder “ah, ¿pero tendría que tener miedo, cómo es eso?. Es algo que está muy buscado y que es muy real. Le ha pasado a muchísimas mujeres.
La película puede verse a partir de hoy en los Multicines Guadalajara.