La creación de la sección de motoristas de la Policía Municipal de Guadalajara en 1967
Una de las principales misiones de la sección de motoristas era la regulación del tráfico rodado de vehículos, tanto en el casco urbano como en las salidas de las fábricas que empezaban a proliferar en los polígonos industriales del Henares y del Balconcillo. Otra de las funciones eran protocolarias.
Por Eduardo Díaz
Ayer sábado 2 de octubre fues la festividad de los Santos Ángeles Custodios, patrones de la Policía Nacional y Policía Local. Al caer en sábado será hoy mismo cuando la Policía Nacional celebre su tradicional misa y entrega de condecoraciones, siendo el lunes 4 de octubre cuando lo celebre la Policía Local.
En el rincón de esta semana vamos a recordar la fundación de la sección de motoristas dentro del cuerpo de la Guardia Urbana en el año 1967 que supuso el comienzo de la incorporación de vehículos en el estamento policial de Guadalajara.
En el año 1966, el alcalde de Guadalajara de aquella época, Felipe Solano Antelo delegó la Concejalía de la Guardia Urbana a José Luis Pradillo de Miguel, que comenzó a modernizar a la Policía Municipal con numerosas decisiones que potenciaron al cuerpo armado en su servicio a la ciudadanía. Unos de sus primeros logros fue el destinar una oficina y cuarto propio para los agentes dentro del ayuntamiento de Guadalajara. Pese a las trabas que se encontró, logró aumentar la plantilla en consonancia con el aumento de la población. En aquella época la Guardia Urbana contaba con un Jefe encargado del cuerpo armado, un sargento, un cabo y once guardias que eran auxiliados por la noche con la figura de los desaparecidos serenos.
Otro de los buenos quehaceres de José Luis Pradillo fue la compra de cuatro motocicletas de las marcas Ossa y Ducati con la intención de formar por primera vez en la historia la sección de motoristas. En febrero del año 1967 se presentaba de forma oficial la sección de Motoristas en un acto protocolario en la Plaza Mayor presidido por el Jefe de la Policía Municipal, Carlos Langarica y la Corporación Municipal en pleno. Para los amantes de las estadísticas los primeros motoristas de la Policía Municipal fueron: el sargento Jesús Legido Gil y los agentes Miguel Marcos, Dionisio De Agustín y Tomás Pablo López. El uniforme de los motoristas era de bota alta, pantalón ajustado a la pierna, cazadora con trinchas y casco protector de la cabeza con gafas de protección incorporadas. Las voluminosas motocicletas eran de color negro y sobre el deposito de la gasolina llevaban una amplia guantera que era presidida por la imagen de la Virgen de la Antigua.
Una de las principales misiones de la sección de motoristas era la regulación del tráfico rodado de vehículos, tanto en el casco urbano como en las salidas de las fábricas que empezaban a proliferar en los polígonos industriales del Henares y del Balconcillo. Otra de las funciones eran protocolarias como el encabezamiento de procesiones religiosas y desfiles festivos, actividad que se sigue manteniendo en la actualidad. Dentro de sus posibilidades, comenzaban a regular la entrada y la salida de los colegios escolares en donde más tráfico existía y que provocaba la admiración y simpatía de los menores, tanto hacia las enormes motocicletas como a los agentes que les ayudaban a cruzar las vías públicas.
La modernización de los vehículos policiales prosiguió en el año 1969, con la adquisición por parte del Ayuntamiento de Guadalajara de un Land Rover y un moderno Seat 124 que trajo consigo una ampliación de funciones de la Policía Municipal.