La quinta del 66 de Corduente

25/08/2019 - 10:07 Oscar Gil

Los veranos del alto Tajo siguen siendo punto y lugar de reencuentros entre las personas que han crecido soñando con sus futuros. 53 años de lucha por conseguir los anhelados sueños y donde momentáneamente un cabrito hace que se revivan todas las anécdotas de la juventud de la quinta del 66 de Corduente y algún que otro añadido.

Jornada de celebración con anécdotas y risas donde la infancia de unos muchachos de pueblo queda latente junto al devenir que la vida ha traído a cada uno de ellos. La gran mayoría ha emigrado debido a la lacra de la falta de empleo en la población pero una simple llamada telefónica hace que todos aquellos mozos quieran volver a juntarse y recordar aquellas viejas tropelías y sueños, en muchos casos incumplidos.

Los sepios, vascos, estanqueros, capurras, y la rubia entre otros, continúan disfrutando de la compañía de los nacidos en su mismo año con los que compartieron pupitres, bicicletas, y más de una pedrada en la cabeza pero que fueron, son y seguirán siendo sus amigos.