Las 6 razones por las que debe parar la ‘sangría’ del trasvase Tajo-Segura
Los embalses de cabecera no tienen agua, están al 24% y en muchas zonas se aprecia perfectamente el cauce del río Guadiela, un hilo fino de agua que pasa por donde antes había una balsa de caudal almacenado. Por tanto, no se pueden realizar trasvases a costa del deterioro ambiental del Tajo y de una merma del desarrollo económico de la zona. La cabecera del Tajo atraviesa un ciclo de cinco meses entre los cuatro más bajos en aportaciones de los últimos 42 años, según el informe del Cedex. A escasos 70 hectómetros cúbicos de entrar en Nivel 4 y con las reservas de aguas del Sistema Trasvase superando los 110 hectómetros en la cuenca del Segura, la decisión de trasvasar para agricultura “hubiera sido incomprensible”, critican desde la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía. Precisamente, por ese motivo, la última derivación, aprobada a principios de semana, ha sido de 7,5 hm3, solo para abastecimiento humano y cero para riego.
“A pesar de ello, la Comisión volvió a recomendar el envío de 20 hectómetros cúbicos”, se quejan.
Las cifras del cambio climático asustan y afectan muy directamente para los intereses de los pueblos ribereños y, por ende, de la provincia de Guadalajara. Desde el año 2000 la situación se ha venido agudizando cada vez más, con periodos de espejismo, en los que los embalses llegaban al 65 por ciento seguidos de sequías cada vez más prolongadas.
El momento ha llegado, desgraciadamente. El cambio climático ya está aquí. Y gracias a que se han derivado 89,5 hectómetros menos a Levante, debido a las nuevas reglas del trasvase y a que se han cortado las trasferencias a cultivos, no se ha alcanzado el nivel 4, a partir del cual no se podría trasvasar ni una gota a Murcia, incluidos los abastecimientos a la población, se ilustra desde el Ministerio de Transición Ecológica.
Pese a ello, la sed de Murcia no se sacia. Gobierno murciano y regantes piden agua para unos regadíos insostenibles con el escasísimo caudal que sale de Entrepeñas y Buendía. Sin embargo el Supremo ha echado por tierra los dos recursos que el Gobierno de Murcia y Asaja Alicante han planteado argumentando que la modificación establecida en el Real Decreto 638/2021 de julio de 2021 contradecía la regla del reparto de los caudales del trasvase entre abastecimiento y regadío.
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El Tribunal Supremo afirma que la norma que regula ese reparto la compone tanto la distribución general -25% de abastecimiento y 75% de regadío- como el mínimo establecido de 7,5 hm3 para abastecimiento, por lo que la interpretación no debe atenderse únicamente al supuesto perjuicio del regadío, máxime cuando el abastecimiento es preferente según recoge el artículo 60 de la Ley de Aguas. Entre tanto, avanza el plan gubernamental de desalación, gracias al cual se acometerá una amplia red de desalación para suplir el caudal del Tajo.
Aún así, se sigue derivando agua para abastecimiento humano, porque, como dice el responsable del Ejecutivo de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, desde su gobierno “nunca” negarán un trasvase mínimo exclusivo para consumo. En consonancia con este argumento, la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía, reitera que “nunca” se van a negar a trasvasar agua para beber aunque lamentan que se está incumpliendo “el artículo 60 de la Ley de Aguas en su punto tres, porque en la Región de Murcia se está usando agua destinada a consumo humano para abastecer regadíos tradicionales”.
En los últimos tres meses se han enviado 7,5 hm3 para tal fin, porque para regadío es imposible, a menos que se vulnere la legislación europea en materia de caudales ecológicos. Los embalses funcionan como reguladores del agua que baja por nuestros ríos y por eso se requiere una cantidad mínima acumulada.
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Sin embargo, desde el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS) se entiende que es “vital” para el abastecimiento y el riego de sus cultivos, emplazados en enormes latifundios que no podrían sostenerse de forma natural, con los recursos propios de la tierra y que no existían en 1979, cuando comenzó a activarse el sistema.
MOTIVOS POR LOS QUE EL TRASVASE ES INVIABLE
1) Directiva Marco del Agua de la UE obliga a llevar a cabo acciones que garanticen el buen estado de las masas de agua, así como el desarrollo y bienestar social asociado a una gestión eficiente del dominio público hidráulico. Todo esto implica un necesario descenso del agua a trasvasar desde la cabecera del Tajo en favor de una mayor salubridad del río.
2) El Supremo ha echado por tierra los dos recursos que el Gobierno de Murcia y Asaja Alicante han planteado argumentando que la modificación establecida en el Real Decreto 638/2021 de julio de 2021 sobre reducción de caudales a derivar en el nivel 3 contradecía la regla del reparto de los caudales del trasvase entre abastecimiento y regadío. Entiende que, cuando hay una carencia aguda de agua como la presente, hay que priorizar el abastecimiento humano sobre el riego.
3) Los embalses de cabecera no tienen agua, están al 24% y en muchas zonas se aprecia perfectamente el cauce del río Guadiela, un hilo fino de agua que pasa por donde antes había una balsa de caudal almacenado. Por tanto, no se pueden realizar trasvases a costa del deterioro ambiental del Tajo y de una merma del desarrollo económico de la zona.
4) Gracias a que se han derivado 89,5 hectómetros menos a Levante, debido a las nuevas reglas del trasvase, y a que se han cortado las trasferencias a cultivos, no se ha alcanzado el nivel 4, a partir del cual no se podría trasvasar ni una gota a Murcia, incluidos los abastecimientos a la población, se ilustra desde el Ministerio de Transición Ecológica.
5) La apuesta por la desalación es la principal alternativa para solucionar el problema del agua en Alicante y Murcia, apoyado en la disminución en los últimos 30 años de las aportaciones de agua en la cabecera del en un 40%. Las previsiones indican que estas reducciones continuarán agravándose en el futuro.
6) El caso del trasvase Tajo-Segura ilustra una gestión del agua que prioriza a aquellos usuarios que no son preferentes según la Ley de Aguas. “En vez de asegurar los abastecimientos y los caudales ambientales en los ríos, se amplían campos de golf, urbanizaciones y regadíos”, se ilustra desde WWF/Adena.