Loa a Sigüenza
Nuestra provincia es abundante en pueblos y pedanías y casi todos ellos suelen celebrar sus fiestas patronales entre julio y sobre todo agosto. Hoy queremos dedicar estas líneas a la ciudad que tanto arte atesora en sus monumentos y calles, Sigüenza.
Su catedral es de primer orden, tanto en lo arquitectónico como en lo escultórico… Mencionaremos la bella y muy popular escultura funeraria del archifamoso Doncel y la talla de la Virgen de la Mayor, a la que tenemos gran devoción. También Sigüenza es- o fue- en lo docente de singular importancia con sus colegios de la Sagrada Familia y de las Ursulinas y el instituto Martín Vázquez de Arce. En su día fue también sede universitaria.Muchos amantes e historiadores tienen interesantes publicaciones.
La ciudad mitrada, docente y gastronómica atesora gran historia. Tres son los patronos de la ciudad: San Vicente de invierno a mediados de enero, San Roque a mediados de agosto y la citada Virgen de la Mayor con celebración muy próxima a San Roque, con una impresionante Procesión llamada de los Faroles, pues en ella desfilan los faroles representando los distintos misterios del Rosario que mereció ser declarada de interés regional. El rezo durante todo el trayecto del Rosario, sus cantos y su silencio y perfecto orden, así como el numeroso público que la acompaña, la convierten en un espectáculo de gran colorido y fervor.
Por supuesto que a las Fiestas seguntinas no les faltan el aspecto folclórico y de diversión con unas peñas y un público que se echa a las calles para celebrarlas. Su gastronomía es rica y variada. También realza la ciudad y sus panorámicas el Castillo convertido en Parador de Turismo, que junto a la Catedral dan una muy bella panorámica a cuantos por carretera, ya desde Atienza, ya desde Guadalajara se acercan a ella. Hablar de Sigüenza es dejarse mucho en el tintero, pero todos los años, cuando residimos aquí, nos gusta referirnos a ella con cariño.