
Los embalses de la cabecera del Tajo registran niveles históricos y se interrumpe la conexión Entrepeñas-Buendía
La cuenca del Tajo ha alcanzado esta semana un récord histórico de agua embalsada, según los últimos datos difundidos por la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. La reserva total se sitúa en un 86% de su capacidad, con 9.501 hectómetros cúbicos (hm³) almacenados, lo que supone 692 hm³ más que en mayo de 2024, un año ya considerado muy húmedo.
En el caso de Castilla-La Mancha, donde se ubican los embalses de cabecera del Tajo, el volumen embalsado alcanza los 2.260 hm³, lo que representa el 66% de la capacidad total en esta parte de la demarcación. Esta situación contrasta con el 94,8% de los embalses de Madrid, el 93,8% en Castilla y León y el 95,1% en Extremadura.
El aumento se debe al efecto combinado de cuatro borrascas en marzo y otras más débiles en abril, que dejaron precipitaciones excepcionales en toda la cuenca, junto con el deshielo y las aportaciones de acuíferos subterráneos.
Gracias a una gestión hidráulica eficiente, la Confederación destaca que se ha logrado compatibilizar la función de laminación —clave para evitar inundaciones— con el suministro de agua para consumo humano, regadío e industria, así como para uso hidroeléctrico.
Una de las consecuencias más inmediatas de esta situación es la interrupción de la conexión entre los embalses de Entrepeñas y Buendía, ubicada en la provincia de Guadalajara. Esta medida de gestión será efectiva a partir del próximo 23 de mayo, tras constatarse que no se prevén nuevas aportaciones significativas en el corto plazo.