Los restaurantes Casa de la Sirena y Casas Colgadas, una muestra de cocina de calidad e imaginativa que mira hacia el futuro
El recuerdo y la tradición son dos pilares fundamentales en su manera de tratar el producto o comprender los procesos y sabores que forman parte de la memoria colectiva de la gastronomía
La Casa de la Sirena, restaurante ubicado en pleno casco histórico de la Ciudad Encantada (en la calle del Obispo Valero), concede al comensal una experiencia gastronómica de lo más agradable y sensorial. Su propuesta culinaria se basa en un viaje a través de los clásicos de su propia trayectoria. Sentarse a comer en la Casa de la Sirena es una invitación directa a probar platos tradicionales, en los que la novedad, la esencia, el carácter, el recuerdo y la sorpresa confluyen a fin de ofrecer una cocina de calidad e imaginativa que mira hacia el futuro.
Jesús Segura, chef infatigable, en constante evolución, es quien regenta este establecimiento gastronómico. También lo hace de ‘Las Casas Colgadas’, uno de los restaurantes más clásicos de Cuenca. Con una trayectoria de más de veinte años como cocinero, este conquense siempre ha estado vinculado a ese amor por el patrimonio que le sirve como contexto y fuente de recursos inagotable para todas sus elaboraciones.
El recuerdo y la tradición son dos pilares fundamentales en su manera de tratar el producto o comprender los procesos y sabores que forman parte de la memoria colectiva de la gastronomía.
Una casa con muchísima historia, así es la Casa de la Sirena, que se haya anexa a Casas Colgadas. El restaurante presenta un interior de diseño moderno y plantea, a través de un único menú degustación que varía cada quincena, una cocina actual y viajera.
Por su parte, Casas Colgadas, es uno de los restaurantes más emblemáticos de la ciudad conquense. El establecimiento se encuentra ligado al monumento más famoso de la capital, las míticas Casas Colgadas, joyas de la arquitectura gótica popular, que se alzan sobre la cornisa de la roca de la Hoz del río Huécar, son símbolo y bandera de Cuenca.
Casas Colgadas presenta una estética moderna en su interior, conservando la preciosa viguería vista de inspiración castellana, en la que se destaca una preciosa iluminación. Ofrecen un único menú degustación de tinte actual, basado en productos de proximidad y con un protagonismo especial tanto como para las salsas como para las cremas. En definitiva, una cocina auténtica y con carácter y eso lo recogen de sus comensales en Casas Colgadas, quienes le trasladan el viaje sensorial que hacen en cada menú por los productos y la geografía conquense.
Jesús Segura ha podido reabrir esta parte del monumento histórico en el número 3 de la calle Canónigos de la capital, inspirado en la sala negra del Museo de Arte Abstracto Español. Y si hay algo que lleva por bandera este reconocido chef es trabajar con los productores locales con el objetivo de impulsar la gastronomía de Cuenca y de la región, de forma que se rinda tributo al origen.