Pedro Aguilar, maestro de maestros


Pedro es un hombre de letras. Sin embargo lo que más te agradezco es que hayas sido un maestro para mí en política. Una parte de lo que soy y de lo que he podido crecer como alcalde, te lo debo a ti.

 A lo largo de nuestra vida pasan por ella centenares de personas. Personas que, de una forma u otra, nos dejan una huella especial. Una enseñanza que pervive más allá de la vida. En mi caso una de ellas es Pedro Aguilar Serrano.

Es probable que muchas de las personas que lean esto sepan o hayan oído hablar de él. Nació en el Madrid de comienzos de los sesenta, pero su corazón y su alma siempre han estado enamorados de su pueblo, Torija. Villa insigne de nuestra provincia y de la cual tuvo el honor de ser alcalde y de la que hoy en día es el mejor embajador posible. 

Pedro es un hombre de letras por los cuatro costados. Lector empedernido, periodista de raza y corazón, pícaro grafólogo y sobre todo maestro entre maestros. Se licenció en eso que llaman letras, Filología Hispánica en la Autónoma, pero toda su vida la ha dedicado al periodismo, esa profesión que tanto le gusta y tan buenos momentos le ha dado. 

Ha sido redactor de la agencia Fax Express entre 1987 y 1992 con su gran amigo Manu Legunieche, quizá el gran maestro de Pedro. Después, sus andaduras periodísticas le llevaron a ser redactor del diario Guadalajara 2000 entre 1993 y 2003, llegando a ser subdirector los últimos cuatro años. No obstante, Pedro es un hombre de retos y el siguiente le llego con la dirección del periódico Nueva Alcarria desde el año 2003 al 2007 siendo el primer director del periódico transformado en diario. Un lugar de gran recuerdo y cariño tanto para el periódico como para él, estoy seguro. Fue jefe de gabinete de la Presidenta de la Diputación de Guadalajara, María Antonia Pérez León entre el 2007 y el 2011. Tras poner fin a este último reto y enfrascándose en uno nuevo, decidió doctorarse, quizá el sumun de la vida formativa de una persona, y lo hizo con la tesis titulada Aspectos comunicativos del cancionero inédito del siglo XVII RAE RM 6212 edición crítica. También fue jefe de prensa de la Mancomunidad de Aguas del Sorbe y finalmente, y entre otras cosas más, jefe de gabinete del alcalde de Azuqueca de Henares, un servidor. 

Sin embargo, no se queda ahí su andadura. También le ha dado tiempo a escribir libros: Vivir Guadalajara, libro-guía sobre nuestra provincia; Aguas Abajo que obtuvo el Primer Premio de Libros de Viaje Alonso de Ojeda de la Diputación de Cuenca; Las cosas de don Camilo, un retrato anecdótico y biográfico sobre el premio Nobel y La Edad sabia, donde retrata y da a conocer la vida de grandes personas de esta provincia y a las cuales, personalmente, tengo mucho cariño. ¡Ah! También es Premio Provincia de Guadalajara de Periodismo (1997) y Premio de la Asociación de la Prensa de Guadalajara (2000), reconocimientos muy merecidos. 

Comenzaba este artículo diciendo que hay personas que pasan por nuestra vida y dejan huella y que tú, Pedro, para mi eres una de ellas. Sin embargo, ¿cómo se puede explicar todo esto?

Lo primero que debo decirte es que para mí te has convertido en un amigo, un consejero, una persona con la que poder hablar de tantas y tantas cosas que, a lo largo del día, en esto que llaman política, pasan por mi cabeza. 

Te conocí por escrito antes que en persona a través de tu libro, La Edad Sabia donde retratas la vida de personas insignes de nuestra provincia a las cuales tengo mucho cariño, con un lenguaje cercano y tierno. Coincidimos sin saberlo en las oposiciones de secundaria para ser profesores de lengua por esa mala costumbre de que nuestros apellidos comparten la primera letra del abecedario. 

Compartimos la afición por nuestro atleti, el vino y la comida que, aunque parezca que no, también se aprende mucho así. Tanto hablar de viandas y buen vino que sin saberlo tenía el honor de hacerlo con todo un ilustrado de la Academia de Gastronomía de Guadalajara. Descubrí, gracias a tantos ratos de charla, que también eras un gran jugador de mus y que dabas clase en la UNED…cómo se te iluminan los ojos contando tantas y tantas cosas de su experiencia docente. 

Hablar de periodismo, así como de tu familia, hacen que aparezca tu sonrisa más grande. Historias del periodismo de antaño y hogaño, de Manu Leguineche, Campoamor o Javier Reverte y de esos grandes periodistas de nuestra provincia de los que te sientes tan orgulloso y presumes tanto por haber dirigido, Sonia Jodra, Mónica Tovar, Carlota del Amo, Raúl Conde, Rubén Madrid, Elena, Abraham, Aurora, Alberto Moreno, José Luis Arcángel o nuestro querido Bachi, entre otros muchos. 

Adoro la naturalidad con la que me cuentas anécdotas que podrían pasar desapercibidas pero que para mí retratan la historia viva del mundo que recuerdo. Tus vicisitudes con Jesús Campoamor en 1993 cuando tras el levantamiento islamista en Argelia os enviaron allí para que escribierais bien sobre ellos y como querían hacer ver que era un país turístico y tranquilo entonces; aquella conversación entre Manu Legunieche y Javier Reverte en la que gracias al libro de El Antropólogo Inocente de Nigel Barley, hizo que este último escribiera uno de sus mejores libros o como olvidar cuando te intentaron colocar en Torija una cárcel y cómo tú te negaste… aunque esto último daría para un libro. Me pasaría horas y horas escuchándote.

Sin embargo, lo que más te agradezco Pedro, es que hayas sido un maestro para mí esto que llaman política. Una parte de lo que soy y de lo que he podido crecer este año como alcalde, te lo debo a ti. Has estado en los momentos de más agobio y siempre con una buena palabra “después de la tempestad llega la calma” o “un ayuntamiento no deja de funcionar porque no llegues a algo” son algunas de ellas. Me has enseñado a coger autonomía y valorarme más, organizar mejor mis intervenciones y poder hablar mejor en público, porque como bien dices, “no es lo mismo hablar para una clase que hablar para un municipio”. 

Puedo decir con todo convencimiento que eres una buena persona, un alma libre de la que tus hijos, tus nietos y tu mujer deben sentirse muy orgullosos, ya que tienen un padre, un abuelo y un compañero de vida lleno de sabiduría y gran corazón. Además, sé   que también lo eres por el cariño con el que te reciben siempre que vamos a algún medio de comunicación. No he oído una sola palabra mala sobre ti en ninguno, solo muestras de afecto y cariño. Sin embargo, no puedo olvidarme del Grupo Municipal del PSOE en Azuqueca de Henares en quienes te has ganado un hueco en nuestros corazones.

Me gustaría finalizar con un fragmento de tu querido Manu Leguineche que dice así: ¿Cómo pretendes dar la vuelta al mundo en una expedición como ésta si no sabes conducir?, me preguntaron, con buen acierto, los organizadores de aquel viaje al fin del mundo. Tengo otras condiciones, respondí. No sé conducir ni nada de mecánica, pero sé cantar, jugar al mus, tengo muy buen humor, sé algo de geografía y he leído a Conrad, Stevenson y Verne. Este fragmento podría definir muy bien lo que es Pedro Aguilar para mí… Tú dirás que estas mayor, amigo, pero yo te veo más joven que nunca.