Peñistas alegres
Cada uno cuenta la feria como le va, pero podemos asegurar, tras haber hablado con representantes de las veinte peñas oficiales, que los miles de peñistas que aportan color, alegría y chispa a estas fiestas, están muy contentos- la inmensa mayoría- .
Legan las fiestas del cambio, de la nada al todo, comparadas con los dos últimos años y muy diferentes en cuanto a los espacios de celebración, respecto a las que estábamos viviendo desde el traslado al otro lado de la A-2. Cada grupo político tiene sus planteamientos como cada vecino su propia opinión siendo las redes sociales el mejor canal de transmisión de las distintas formas de pensar, pero lo real es que tenemos que adaptarnos al modelo decidido, para esta ocasión, y vivir estas ferias con ilusión por haber superado la pandemia y respeto.
Cada uno cuenta la feria como le va, pero podemos asegurar, tras haber hablado con representantes de las veinte peñas oficiales, que los miles de peñistas que aportan color, alegría y chispa a estas fiestas, están muy contentos- la inmensa mayoría- con sus emplazamientos, pero sobre todo con estar juntos, colaborando en iniciativas, participando en los actos, organizando sus propias actividades.Prueba del entusiasmo es el incremento enorme de solicitudes para formar parte de estas agrupaciones peñísticas e incluso el regreso a ellas de veteranos que llevaban años con ‘la coleta cortada’.
Existe, por otra parte, un acuerdo tácito entre peñistas, feriantes y comerciantes para minimizar las molestias a los vecinos. El barullo, los chillidos en la madrugada, los orines son inevitables, pero un ‘batallón’ de limpieza y agentes de seguridad, también de movilidad porque será un infierno aparcar y desplazarse por el centro, son la esperanza de que el orden impere. De momento contagiémonos de la alegría de los peñistas y afrontemos con optimismo lo que se viene, considerándolo como un empujón a la economía y una oportunidad para la diversión.