Sangre en los labios: Asesinas Natas
Viendo la última película de Rose Glass, no puedo evitar acordarme de Asesinos Natos, la perturbadora película que rodó Oliver Stone tomando como referencia un guion de Quentin Tarantino. En aquella, una pareja de asesinos psicópatas la liaba muy parda poniendo su amor por encima de todo.
Glass no va tan lejos. Sangre en lo labios no es tan cafre ni sus protagonistas tan psicópatas. Son más bien dos tipas a las que el contexto coloca en una situación muy dificil. Quizás su esencia se acerque más a Amor a quemarropa, pero la directora elige apostar por un estilo realmente perturbador... que por otro lado es muy A24, productora de la película.
Lou es la joven regente de un gimnasio en un pueblo perdido de la América profunda de los años 80. Jackie, una culturista que sueña con triunfar en Las Vegas, pero que al no tener dinero va buscándose la vida como puede. Cuando la segunda llega al pueblo de la primera, surge un flechazo instantáneo entre ellas. Podrían ser muy felices, pero resulta que viven en un pueblo de enfermizos tarados... y bueno, ellas tampoco están muy bien de lo suyo.
Glass pone sobre la mesa una historia típica de cine negro con tintes de thriller erótico, pero embadurnada en estética kistch, estilo años 80 y momentos de ultraviolencia enlazados con otros de realismo mágico. Casi nada. El resultado es una propuesta incómoda, como se espera de su aún interesante productora, y digo aún porque A24 empieza a correr el peligro de repertirse demasiado a sí misma en el tono de la películas. Tanto, que ya es predecible. Y cuando algo es predecible, difícilmente puede ser rompedor o subvsersivo. Si acaso, seguirá siendo incómodo a secas.
Aún así, Sangre en los labios ofrece suficientes puntos de interés como para ser recomendable para un público que persiga este tipo de propuestas... radicales. Sobre todo, gracias a la altura de su elenco y a la mezcla de humor y surrealismo. Una apuesta especialmente recomendable para quienes siguen con entusiasmo el cine propio de la productora y distribuidora A24. A mis padres no les diría que fueran a verla.