Tres pasos y un solo latido en el corazón de la Cofradía de la Pasión del Señor

18/04/2025 - 12:02 P.C.V

Durante el Jueves Santo, la fe se hizo palpable en las calles de Guadalajara con la solemne procesión nocturna de la venerable Cofradía de la Pasión del Señor. Este acto central de la Semana Santa conmovió profundamente a los presentes, dejando una huella imborrable en el corazón de la ciudad.

FOTOS: IVÁN BALKIZ BERNAL

El momento cumbre de la noche se produjo a la salida de la Iglesia de Santiago Apóstol. Allí, los cargadores protagonizaron una escena de profunda devoción al arrodillarse ante la imponente imagen de Nuestro Padre Jesús de la Pasión. Con admirable sincronía y un esfuerzo evidente, superaron el desnivel del terreno, elevando la talla en una maniobra que trascendió lo físico, convirtiéndose en un elocuente símbolo de sacrificio y amor incondicional.

Tras este emotivo inicio, el cortejo se adentró en el corazón histórico de Guadalajara, regalando estampas de profunda espiritualidad. Tres pasos majestuosos desfilaron bajo la tenue luz de la noche: el imponente Nuestro Padre Jesús de la Pasión, mecido por cuarenta hombres entregados; la dolorosa y serena Nuestra Señora de la Piedad, llevada con delicadeza y fervor por cuarenta mujeres; y el sobrecogedor Cristo de la Expiración, también llevado a hombros con respeto y solemnidad.

El cortejo procesional se adentró en el corazón histórico de Guadalajara, ofreciendo estampas de intensa espiritualidad con sus tres venerados pasos. El ritmo grave y profundo del Grupo de Tambores de la Cofradía, acompañado por las melancólicas notas del Grupo de Dulzaineros Mahurotos, marcó el paso lento y solemne de la procesión. Los cargadores, portando las imágenes como testimonio de su fe, contribuyeron a la atmósfera de recogimiento y penitencia que inundó las calles.

La procesión de ayer fue la culminación de un año de fervor y numerosos preparativos. En las jornadas previas, la cofradía vivió intensamente su fe a través de diversas actividades significativas, como la celebración del Triduo en honor a su sagrado titular en la iglesia de Santiago Apóstol, la Procesión de los Peregrinos de la Esperanza que involucró a los más jóvenes, el tradicional traslado del Cristo de la Expiración, la emotiva procesión conmemorativa de la Entrada del Señor en Jerusalén con una destacada participación infantil, el Via Crucis de Hermandades y Cofradías, y el conmovedor recital poético y musical "Versos al pie de la Cruz".

Si bien la Cofradía de la Pasión del Señor tiene una rica historia que se remonta a su fundación en 1945, su compromiso religioso se mantiene vivo durante todo el año. Destaca su arraigada tradición de elaborar artísticas alfombras ornamentales para la celebración del Corpus Christi, una iniciativa que comenzó en 1999.

Sin embargo, el foco de atención ayer fue la poderosa demostración de fe durante la procesión del Jueves Santo. La imagen de los cargadores arrodillados, elevando su Pasión con total entrega, perdurará en la memoria colectiva como un faro de devoción inquebrantable en el corazón de Guadalajara. La noche de ayer no fue solo una procesión, sino un encuentro palpable con la fe y la tradición viva de la ciudad.