Una película que dio prestigio a Guadalajara: "La tía Tula "

06/06/2021 - 12:29 Eduardo Díaz

Se rodó en escenarios de la capital en 1965, basada en la novela de Miguel de Unamuno.

La ciudad de Guadalajara siempre ha sido elegida para el rodaje de películas y series de televisión. Próximamente será presentado en nuestra ciudad el libro: Rodando en Guadalajara, realizado por el historiador local y colaborador de Nueva Alcarria, Javier Solano.

Una de las películas que dio a conocer a la ciudad de Guadalajara fue el largometraje: La Tia Tula, que se rodó en el año 1965. Su director fue Miguel Picazo, el cual pasó su juventud con su madre Antonia Díaz Cantero, en una vivienda de la calle Cuesta de Dávalos. Su cariño hacia Guadalajara y su recuerdo de la ciudad cuando estudió en el instituto” Brianda de Mendoza”, en el Palacio de don Antonio de Mendoza, le animó a llevar las cámaras cinematográficas por los rincones de la ciudad arriacense.

Por ello decidió basarse en la novela del escritor Miguel de Unamuno, La Tía Tula y trasladar sus escenas a las calles de Guadalajara y Brihuega, convirtiéndola en un largometraje, aunque para ello contó con escasos recursos económicos. Los actores principales fueron Aurora Bautista y Carlos Estrada, que asumieron el papel de Tula y Ramiro. Ambos personajes eran cuñados y a la muerte de Rosa, esposa de Ramiro, ella decidió hacerse cargo del amor maternal de sus sobrinos huérfanos: Ramirin y Tula.Igualmente la protagonista tiene que esquivar los fuertes deseos de su cuñado de convertirla en su esposa y engañar a un pretendiente, llamado Emilio, para desistir de sus voluntades de contraer matrimonio con ella.

Las escenas se desarrollan en lugares muy conocidos de la ciudad como: la Calle Mayor, la pastelería de Manolo Villalba,la cafetería de Campoamor, la calle Benito Chavarri, la de Topete, el paraje del Sotillo, una vivienda del paseo de Fernández Iparraguirre y por último en la estación de ferrocarril que es donde termina el film.

La Junta Superior de la Censura Cinematográfica de aquella época fue muy dura con la película de Miguel Picazo y recortó seis minutos en tres escenas. La primera de ellas fue a la entrada del Cementerio Municipal ya que junto al actor principal, sentado a las puertas, aparecía un cartel con el siguiente texto: “ Cementerio lugar Sagrado, se prohíbe el acceso a señoras y señoritas sin medias y a las parejas que no guarden la compostura y la moralidad”. La segunda escena censurada fue cuando Aurora Bautista se aplica desodorante en su habitación, con una vestimenta consistente en una combinación muy ligera. Por último se recorta la totalidad de una reunión de la Sección Femenina de la Falange en el edificio de la Plaza de San Esteban que meditaba sobre la castidad y la virginidad.

La película obtuvo un éxito rotundo y fue premiada por el Círculo de Escritores Cinematográficos como mejor película del año e igualmente se reconoció a Miguel Picazo como mejor director.  Asimismo el director afincado en Guadalajara obtuvo el galardón a la mejor dirección cinematográfica en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

Su estreno en Guadalajara fue el viernes 17 de octubre de 1966  en el desaparecido “ Teatro Liceo”. La presentación de la película corrió a cargo de Martín Martín, que era locutor de Radio Juventud de Guadalajara.

En el año 1996 el Ayuntamiento de Guadalajara concedió a Miguel Picazo el título de Hijo Adoptivo de la ciudad y quedó constancia de que se le pondría una calle con su nombre en Guadalajara. Con el paso del tiempo no fue una calle sino una Glorieta situada en el Polígono Residencial de Aguas Vivas, junto a la ciudad de la raqueta.