‘Vengadores: Endgame’, la recordarán perfecta

26/04/2019 - 12:13 J. Pastrana

No es fácil cerrar como Dios manda una saga cinematográfica. Matrix se la pegó. El Retorno del Rey se hizo larga. Harry Potter quedó un poquito insulsa. De Star Wars, la única trilogía que ha logrado el consenso unánime de sus seguidores es la original. E incluso ya hay quien se queja de la última temporada de Juego de Tronos (que camina audazmente entre la frontera de la televisión y el cine). No es fácil, pero sí posible.

 

End Game es el fin de algo. Tendremos más películas de Marvel en el futuro, pero hay un ciclo que ya ha llegado a su fin. Thanos ha estado ahí desde el estreno de los Vengadores y ahora ha llegado el momento de ver el gran asalto final. Porque si Inifinity War era nuestro particular Imperio Contrataca, End Game es el Retorno del Jedi que todos estábamos esperando. Y si con el final de la saga galáctica algunos se quejaron de los Ewoks, ahora habrá quien alce la voz por los guiños al #Metoo (que seguro que habrá a quien le moleste), los excesos cómicos o quien discuta la perfecta continuidad de la trama. ¿Pero saben una cosa? A todos ellos les puedo decir que hubo un momento de la película que me erizó el alma comiquera, cinéfila e infantil hasta hacerme brotar las lágrimas.

 

Esta última cruzada de los Vengadores arranca con ecos dramáticos de The Leftovers, sigue con una comedia de aventuras en la que Paul Rudd y Chris Hemsworth brillan con luz propia  y remata con un par de licencias emotivas de esas que sirven para que los héroes hagan las paces con su pasado. Y después… después las tortas. Así de fácil es resumir una película de tres horas. O de complejo. Porque la verdad es que los hermanos Russo vuelven a conseguir algo que en realidad es muy complicado: mostrarse solventes en todos los géneros, dominando tanto el ritmo del drama como el de la comedia y siendo muy espectaculares con la acción. E igualmente reconocible es su capacidad para equilibrar protagonismos, consiguiendo que en una historia con mil rostros, todos los personajes estén perfectamente incluidos en el delicado engranaje que hace funcionar esta superproducción casi perfecta.    

 

Porque lo reconozco, no es perfecta, pero no se preocupen. Ustedes, los fans, sí la sentirán insuperable. Los 180 minutos se les harán cortos. Su niño interior se emocionará con Ironman, el Capi y toda la tropa. Serán testigos en el cine de lo que siempre imaginaron al ver aquel dibujo mastodóntisco a doble página en un cómic. Así de fácil: la recordarán perfecta.