A ladrillazos

16/06/2024 - 12:50 Antonio Yagüe

Teníamos catalogadas como ciudades civilizadas a Vancouver y a Madrid. Pero algún problema ha debido surgir en la seguridad vial para que, primero en la urbe canadiense y por imitación en la capital de España, algunos peatones crucen algunas  calles y calzadas por sus pasos con un ladrillo en la mano.

 

  Llueve sobre mojado. En una vía de la ciudad norteamericana que da acceso peatonal a la isla de Granville se han registrado en los últimos cuatro años 10 atropellos con 5 fallecidos.

  Para afrontar el problema ante el desdén municipal a sus protestas, unos ciudadanos colocaron un contenedor de ladrillos al inicio del cruce para coger uno y otro a la salida para depositarlo, invitando a practicar el ejercicio-advertencia con una señal (1 coger, 2 mirar, 3 saludar con el ladrillo, 4 cruzar).

Los vancuveritas escogieron para poner en marcha la iniciativa el 1 de abril (día de los Inocentes en Canadá). La siguen manteniendo. Al ayuntamiento no le ha hecho ninguna gracia. De momento ha reducido la velocidad máxima a 30 kilómetros/hora y ha prometido nuevas señales de peligro.

Los madrileños del barrio de Valdebebas, famoso por albergar la Ciudad Deportiva del Quince Veces Campeón de Europa, los han imitado, hartos de que los conductores no respeten los pasos de cebra. Y no con ladrillos de goma, sino con tochazos de obras.

Las autoridades temen que esta nueva moda de ‘amenazar’ a los fitipaldis arraigue en España. Estas cosas a veces se contagian. En algunas travesías urbanas del Señorío, por donde pasan vehículos como balas, estaría más a mano tener preparados unos cuantos guijarros o cantos a los dos lados de la acera o cuneta.

Lo que nos faltaba si la moda se extiende por España y, con imaginación, a ámbitos como el deporte, la política o lo que se tercie.