Aquella celebración de Nochevieja en el Cerro del Pimiento

03/01/2021 - 16:12 Eduardo Díaz

  “Somos los de la Guarrina la gente más fina que el mundo parió. Tan pronto robamos gallinas que sacos de harina que sacos de arroz”, era uno de los cánticos de la gente del barrio.

Por Eduardo Díaz

2020 ha pasado a la historia por ser el año de la llegada del Covid-19. En el rincón de esta semana vamos a recordar la fiesta de fin de año que celebraban los vecinos del humilde y desaparecido barrio del “ Cerro del Pimiento”. Este barrio comenzó a fraguarse en el año 1928 sobre unos terrenos en los que predominaban las huertas, viñas y arbolados; abarcaba la manzana de las que a día de hoy son las calles Cifuentes, Enrique Fluiters Aguado, Cardenal González de Mendoza y por último la calle Luis Ibarra Landete.

La llegada de la Navidad era la fiesta más grande de la barriada y allí predominaban las rondas navideñas que amenizaban las calles del barrio y la zona centro de Guadalajara. Con los donativos de los vecinos del barrio alquilaban un organillo en la “Casa Cortés” en la Plaza de la Diputación para realizar el baile de fin de año.Una vez finalizada la cena, las familias se dirigían con las uvas de la suerte y la sidra a la Plaza Mayor para dar la bienvenida al Año Nuevo. 

  Una vez que terminaba el sonido de las doce campanadas del Reloj Municipal, la alegría se desbordaba y era el momento de entonar villancicos y entrar  en el pique de cánticos con las rondas del Alamín. Mientras que los jóvenes del Alamín presumían del villancico insigne de la Navidad “ El Torito”, los del Cerro del Pimiento respondían con el cántico  “Somos los de la Guarrina la gente más fina que el mundo parió. Tan pronto robamos gallinas que sacos de harina que sacos de arroz”.

Tras recorrer la zona de la calle Mayor cantando sus coplillas y villancicos, los vecinos se retiraban al barrio para celebrar el baile del fin de año. A los sones del organillo musical, los vecinos bailaban los ritmos musicales de actualidad y sobre todo brindaban con sidra por la llegada del año nuevo, ya que el cava era un lujo prohibitivo en el barrio debido a su elevado precio.Este baile era promovido igualmente por las castañeras del barrio que tenían sus puestos a lo largo de la calle Mayor y eran: Antonia Marguenda “ La Madrileña”, Isabel Sánchez “ La Luna”  y las hermanas Ciriaca y Juliancilla Hernández. Esta unión y armonía de los vecinos les hacían olvidar por completo las penurias que se pasaban en el barrio el resto del año. 

A altas horas de la madrugada los vecinos preparaban un perol de chocolate que acompañaban con los churros recientes del restaurante “La Murciana”. Con el canto del villancico “ Los Peces en el Río”, se daba por finalizado el baile y sus vecinos se retiraban a sus domicilios con los mejores deseos de salud y prosperidad para el año que había comenzado. 

El final del barrio del Cerro del Pimiento llegó en el año 1960 cuando el Consistorio Municipal decidió la ampliación del barrio del Balconcillo y comenzaron las expropiaciones que duraron varios años.

  Desde el Rincón de Eduardo de Nueva Alcarria, deseamos a los lectores un feliz año 2021.