Aquellos antiguos aguinaldos a la Policía Urbana de Guadalajara
Cuando llegaban las fiestas navideñas existía la tradición de que muchos conductores acompañados de sus hijos menores se desplazasen hasta los puestos de circulación y los más pequeños depositaban botellas de vino y de cava acompañadas de productos navideños.
Nos encontramos en plena festividad de la Navidad y por ello en el rincón de esta semana vamos a recordar una tradición de antaño como era la donación de obsequios navideños a los Guardias Urbanos de Guadalajara y otras capitales de España.
Antiguamente y antes de existir los semáforos en la ciudad de Guadalajara existían puestos de regulación del tráfico de vehículos que eran ocupados por agentes municipales para facilitar la labor de los conductores.
El primer puesto de circulación era en la plaza de Santo Domingo y el Guardia Urbano regulaba el tráfico de vehículos que procedían de la calle Virgen del Amparo, la Carrera y el paseo de las Cruces. Al confluir muchos vehículos el puesto era permanente y únicamente quedaba abandonado por las noches, debido a que el flujo de vehículos era escaso. El segundo puesto de circulación era en plena calle Mayor en su confluencia con las calles del Carmen y de Topete. La función del Guardia Municipal era la de dar preferencia a los vehículos que procedían de la plaza de Santo Domingo y facilitar el tránsito de los coches hacía la calle Topete y a la propia calle Mayor. El último puesto de circulación era en la denominada popularmente como “ plaza de Santa Clara” y el Guardia Urbano impedía la subida de los turismos que procedían de la calle Miguel Fluiters hacia la plaza Mayor. El trabajo aumentaba los martes del mercado, ya que eran muchos los tratantes que se desplazaban al lugar para vender y comprar productos del mundo del ganado y del campo lo que dificultaba el tránsito de los vehículos y autobuses urbanos.
Cuando llegaban las fiestas navideñas existía la tradición de que muchos conductores acompañados de sus hijos menores se desplazasen hasta los puestos de circulación y los más pequeños depositaban botellas de vino y de cava acompañadas de productos navideños como turrón, mazapanes, polvorones... Los Agentes de Circulación recogían los productos y siempre tenían un gesto cariñoso hacia los más pequeños y un saludo afectuoso hacia los conductores. Era un acto que servía igualmente como reconciliación de los conflictos surgidos a lo largo del año.
Eran también muchas las empresas locales que tenían un detalle con los agentes de los puestos de circulación y depositaban sus aguinaldos, como agradecimiento a la regulación del tráfico en las entradas y salidas de los trabajadores con sus respectivos vehículos. No faltaba a su cita anual con los Guardias Municipales, el Club Vespa Guadalajara que donaba sus regalos con la asistencia de todos los socios con sus motocicletas.
Al instalarse semáforos en la plaza de Santo Domingo y convertir la calle Mayor en peatonal, los puestos de circulación desaparecieron y la tradición de repartos de aguinaldos navideños desapareció de manera definitiva.
Desde este Rincón que gentilmente me brinda semanalmente Nueva Alcarria deseo a los lectores un feliz año 2022 lleno de salud, felicidad y prosperidad.