Barbechos

A una alumna andaluza de primero de la ESO le preguntaron en un examen: ¿Qué es el barbecho? Respuesta: Un molusco comestible. Confundió barbecho (terreno de labor que no se siembra durante uno o dos años para que la tierra descanse o se regenere) con berberecho, que al menos sí lo definió bien. Seguro que en un examen estatal, sobre todo en la España urbana,  engordaría la Enciclopedia Escolar del Disparate.  

Hace dos meses en uno de esos telediarios que dan la matraca con el tiempo y a veces dicen algo del campo, la presentadora se trabucó al leer que el Ministerio de Agricultura autorizaba la siembra de barbechos. El objetivo, explicó, era dar facilidades a los agricultores para obtener una mayor producción de girasol y afrontar el déficit, sobre todo de aceite, por la invasión de Ucrania.

Delibes, que no daba puntadas sin alguna palabra del mundo rural, explica por boca del viejo campesino en El disputado voto del señor Cayo (1979) qué es un barbecho a los tres jóvenes que acuden a su diminuto pueblo en campaña electoral y se muestran intrigados ante parcelas sin sembrar. El escritor de Castilla por definición incluso describe las diferencias con los terrenos baldíos o yermos, y hasta cuatro labores para eliminar malas hierbas, espinos y malezas. 

Los agrónomos explican su papel en la rotación de cultivos para hacerlos más productivos y no esquilmar la tierra. Una especie de descanso del guerrero. El objetivo es conservar el máximo de agua en el suelo y que, simultáneamente, se repongan la flora y la fauna del subsuelo.

Parece que los agricultores de la comarca han hecho oídos sordos a la oferta ministerial. Se suelen dejar las peores parcelas para justificar las superficies de interés ecológico y cobrar el pago verde. Además, se anunció tarde, han echado cuentas y no resulta rentable.

En Hinojosa sí que saben. Sus agricultores crearon en 2005 la Asociación en Barbecho, para organizar actividades como la tercera edición el 20 de agosto del Megaajedrez con Tractores. La singular partida, en un tablero rural de 25.000 m2, ha despertado el interés mediático mundial y la colaboración de empresas, particulares, amantes del campo o simples turistas.