Calendario destrozado

18/04/2020 - 13:20 Antonio Yagüe

El nuevo calendario de España, trasmutada en Balconia, ha hecho trizas sueños de libertades y vacaciones de millones de niños, de abuelos por tenerlos cerca, de jóvenes que tenían reservado su enlace.

Se nos ha roto el calendario”, lamenta en una entrevista la académica y escritora Soledad Puértolas ante la nueva situación impuesta por el coronavirus. Le parece la ruptura más grave, porque los humanos tenemos necesidad de medir el tiempo y de dejar marcas en él. El año en que, el mes de, la hora o el momento de… Hoy la referencia, lo que confirma su paso, es salir al balcón a aplaudir a los sanitarios y a los que se tienen que mantener en sus puestos de trabajo. Un día más.

El nuevo calendario de España, trasmutada en Balconia, ha hecho trizas sueños de libertades y vacaciones de millones de niños, de abuelos por tenerlos cerca y abrazarlos, de jóvenes enamorados que tenían reservada fecha para su enlace y planes maravillosos desde hace un año, y de adolescentes con su mochila de ilusiones mozas y cosquilleos interiores fantaseando sobre un futuro casi de hadas.

Vivimos días con dolor y ansiedad en los que te engancha como nunca esa puesta de sol vista desde la ventana, como símbolo y presagio de que después de cada noche nos espera siempre un nuevo día de esperanza. Es la famosa hora violeta del atardecer cuando los pensamientos florecen y la soledad, la incomunicación, los problemas familiares y la crisis vital o por enfermedad se suman a toda la incertidumbre que genera el innombrable virus.

Nos ha roto la agenda vital y hasta el encanto de caminar por ciudades, pueblos, parajes y caminos por los que hemos transitado tantas veces. Todo son desiertos, como en los sueños. La Virgen de la Hoz, Los Castillos, los cortados y barrancos del Mesa, la Cabeza del Cid o las calles de Getxo con su singular Puente Colgante y playa de Ereaga cuando voy a visitar a mi madre… Sus vacíos te arañan el alma con una sensación de destierro y extinción.

La palabra que más se escucha es miedo. Mi padre decía que el miedo está en un montón, más grande que los de trigo, y que al pasar cada uno coge el que quiere. Un refrán alemán dice que el miedo hace al lobo más grande de lo que es. Tendrá que llegar un día en que, como en las películas más tenebrosas, salga el cartel de FIN.