El gobierno de masas, mayores o menos grandes, a pesar de las infinitas corrientes de pensamiento, o debido a ellas, es una tarea complicada y difícil de conseguir, e imponer una corriente única de pensamiento, algo imposible de lograr.
La adopción, una institución que dice mucho y bien de la especie humana, requiere de cotidianidad, del día a día, pero también del apoyo institucional, antes, durante y después.
Hablar hoy de fiesta parece contradictorio, más un anhelo que una realidad, pero nuestros pueblos, en la medida que pueden se hayan inmersos en algo parecido en estos días de descanso estival con programas incluidos.
Sin duda alguna, la ciencia es un antídoto de primera mano contra la ignorancia y la superstición, pero además es el motor del avance de nuestras sociedades.
La Transición, que para tantos fue un momento de reconciliación entre las dos o tres Españas, que articuló el mito del reencuentro y el abrazo fraternal, del consenso y la libertad sin ira, puso las bases de lo que hoy somos, por mucho que nos pese.
No solo de Covid muere el hombre o la mujer y esta lacra se está cobrando más víctimas que las que el contador nos marca cada jornada.
Es legítimo discrepar, lo que no es admisible es el espectáculo dado, principalmente en redes sociales, que ha llevado a Brihuega a la prensa nacional, y no para bien.