Don Juan se cita con el destino en el Buero Vallejo

13/10/2020 - 12:38 J. Pastrana

Ya está próxima la XXX Edición del Tenorio Mendocino, que este año se celebrará en el Teatro Buero Vallejo los días 30, 31 de octubre y 1 de noviembre. El coste de cada entrada será de 1€, que será destinado a la Cruz Roja

Los interesados en acudir podrán adquirir el pase en la taquilla del Teatro Auditorio Buero Vallejo, cuyo horario es: martes y jueves de 10.30 a 12.30 y martes y viernes de 18.00 a 20.00h. También se pueden obtener de forma online en la página web del Teatro Buero Vallejo www.teatrobuerovallejo.com, que tendrá un importe de +0,70 por la gestión. Además, cabe recordar que se podrán adquirir 4 entradas como máximo por persona.

 

José Antonio Suárez de Puga, Presidente de Honor de Gentes de Guadalajara, la asociación qur organiza el Tenorio, es el encargado de explicar este cartel:

 

"El icono de la Cruz de Calatrava, cruz floreada en gules, bordada en el elegante atuendo, a la gala de España, del  Comendador de Calatrava ,el furibundo don Diego de Ulloa, y en el blanco  hábito de la dulce  Doña Inés, novicia a punto de profesar, constituye el emblema que representa el alto y noble rango familiar de   ambos personajes, si bien, conforme al espíritu de época, la consideración social de la mujer renacentista, incluso en su estado religioso, se hallaba sometida siempre sujeta a la  autoridad del varón, fuera padre, hermano o esposo.

   Al hilo de esto, nos alcanza el recuerdo de los desaparecidos cenobios calatravos femeninos de la provincia de Guadalajara: el monasterio de San Salvador de Pinilla de Jadraque y el convento de la Concepción de Almonacid de Zorita. También nos viene a la memoria la desaparecida  Encomienda de la Orden de Calatrava de Zorita de los Canes, tras la venta   por Felipe II, como maestre de la Orden, de la villa y castillo de Zorita al príncipe Ruy Gómez de Silva, casado con Ana de Mendoza y de la Cerda, la célebre princesa de Éboli.

La figura de don Juan Tenorio pintada sobre el fondo del  paramento renacentista, esmaltado de puntas de diamante, del palacio de Infantado genuino personaje del teatro español,  fue creada por Fray Gabriel Téllez, quien en 1601 tomó el hábito de los mercedarios en el convento de San Antolín, de Guadalajara, hijo  del Duque  de Osuna, titular de un linaje nobiliario que con el tiempo se uniría con el de la casa ducal del Infantado.  Fue precisamente en Guadalajara donde Fray Gabriel Téllez, adquirió la formación necesaria para el posterior desarrollo de su talento literario con el nombre de Tirso de Molina. A la  amplia saga familiar de los Mendoza pertenecieron dos importantes personajes   considerados por muchos como auténticos modelos del donjuanismo. El arrogante don Juan de Tasis, conde Villamediana estuvo  casado con doña Ana de Mendoza y de Cerda, hija de don Enrique de Mendoza y Aragón y de doña Ana de Cerda, marquesa de Cañete y descendiente del marqués de Santillana; y el seductor sevillano  don Miguel de Mañara estuvo casado con doña Jerónima Carrillo de Mendoza.

Flanquean el cartel las estilizadas columnas de los  denominados  “capiteles alcarreños”,  magníficos ejemplares del Renacimiento que hizo su entrada en España de la mano de los Mendoza. A la derecha, la columna con el  sobrio capitel de orden jónico establecido en el pórtico adintelado de la iglesia de Santa María de la Fuente, erigido por el Cardenal Mendoza, capitel que lo encontramos también en el patio del palacio de Dávalos y en la Plaza Mayor de Guadalajara. En la columna de la izquierda  el elegante capitel de orden dórico establecido en el espectacular patio del palacio renacentista de don Antonio de Mendoza, obra de Lorenzo Vázquez.

A los pies de la imagen del Tenorio, se ofrece el dibujo de una especial “danza de la muerte”, género  artístico medieval de origen teatral y carnavalesco, interpretada  por las fieras sombras que han de acompañar a la sombra al Comendador para esperar la muerte de Don Juan y arrastrar su alma al infierno.

Culminan el cartel la ordenada  presencia,  actuante y expectante,  de las gentes de Guadalajara, agregado humano que hace  posible la celebración anual  del  Tenorio Mendocino, profundamente entrañado con la historia de nuestra ciudad".