El Cover: Demasiado corazón

No seré yo quien diga que El Cover es una buena película. Le falta algo, unidad, desarrollo…  un algo que se nota mucho y que además entorpece la evolución dramática de la historia.

Ahora bien, tampoco seré yo quien vea en eso un problema. El Cover es una emoción, un homenaje, casi por momentos una fábula o una poesía. No es una historia como tal. Es nuestro Treme y nuestro La La Land. Es una imperfecta ópera prima con un corazón tan grande que termina tapando todos los huecos. El Cover hay que sentirla.

En su estreno como director, Secun de la Rosa sigue a Dani, un muchacho que lleva la música en las venas, pero que no acaba de encontrar su lugar y por eso prefiere trabajar de camarero en un bar de Benidorm, un lugar en el que cientos y miles de artistas se ganan la vida como pueden, con temas propios o versiones, pero todos igualmente enamorados del escenario, la guitarra o las melodías.

El Cover atrapará a quien le guste la música. De la Rosa no es David Simon, pero tal y como hacía aquel en Treme con New Orleans, es capaz de retratar Benidorm como si fuera un protagonista más, uno en el que conviven un mar de estilos musicales. Y además, consigue algo muy complicado: dotar de alma a todos y cada uno de los momentos en los que la música pasa a primer plano.

Se nota que ésta es una historia que necesitaba contar, que le nace del corazón, y solo así se entiende que en una película aparentemente imperfecta, haya tantos momentos especiales, mágicos, tanto por las interpretaciones de sus jóvenes protagonistas (atención al personaje de Carolina Yuste) como por esas canciones que logran ponerle a uno la piel de gallina.

En Twitter: @ElCinefagoDe

El Cover (España, 2021)

Dirección: Secun de la Rosa.

Guión: Secun de la Rosa.

Reparto: Álex Monner, Marina Salas, Carolina Yuste, Lander Otaola, María Hervás.