El paraje de 'Los Mandambriles' en Guadalajara
Existe en la ciudad de Guadalajara un paraje histórico denominado “ Los Mandambriles” y en el rincón de esta semana vamos a recordar su origen y tradición, aunque en la actualidad ya no se realice la tradicional romería que se hacía a este lugar en la Pascua de la Semana Santa.
A finales del siglo XVI un caballero ilustre de la ciudad, llamado don Álvaro Gómez, decidió vender varias de sus huertas situadas en el centro de la ciudad de Guadalajara con el objetivo de levantar una ermita en honor a la Virgen de la Soledad de la cual era muy devoto. El lugar elegido fue un descampado frente al antiguo convento de Santo Domingo y junto a la plaza del Mercado. Igualmente su propósito fue el de crear una cofradía en honor a la Virgen de la Soledad y presidir el altar de la ermita.
Un domingo de Pascua, don Álvaro decidió reunir en una finca de su propiedad a los futuros cofrades con el objeto de elaborar los estatutos de la cofradía e igualmente se eligió a Álvaro Gómez como “ Manda” de la futura hermandad religiosa. El lugar campestre elegido para la reunión se encontraba en un barranco por el que manaba un arroyo procedente del monte de San Cristóbal y muy cercano al río Henares. Una vez finalizada la reunión, el propietario de la parcela invitó a los asistentes a una torta hecha al horno salpicada de huevos cocidos y todo ello regado con vino bebido en bota. Tan contentos quedaron todos los asistentes que decidieron llamar a este bonito paraje con el nombre de “ Mandambriles “ con el objeto de repetirse la cita una vez cada año presidida por el Manda y en el mes de abril.
Con el paso del tiempo esta merienda celebrada el domingo de Pascua se convirtió en una tradicional romería abierta a los ciudadanos de Guadalajara con la consiguiente merienda del hornazo. Finalizada la obra de la ermita de la Virgen de la Soledad se instaló en su altar mayor la imagen de la Virgen de la Soledad y en los laterales del templo se guardaron los pasos de la Semana Santa de Guadalajara que eran: La Oración del Huerto, la Santa Cena, la Flagelación, la Crucifixión y el Santo Entierro.
Cuando murió don Álvaro Gómez, los “Manda- Abriles” decidieron realizar sus reuniones de la Cofradía en la sacristía de la ermita, pero en honor al Manda siguieron realizando la merienda campestre el día de la Pascua con el tradicional hornazo. Junto al paraje de “ Los Mandambriles” se encuentra la Huerta de la Limpia teniendo el origen de su nombre en que antiguamente los lunes de Pascua se recogían y limpiaban los productos agrícolas que allí se cultivaban vendiéndose al día siguiente en la plaza del Mercado junto a la Puerta que abría paso a la calle Mayor. Todos los beneficios económicos que se obtenían de los productos de la huerta se destinaban a los gastos ordinarios de la Cofradía de la Virgen de la Soledad.
A estos parajes de la Huerta de la Limpia y Los Mandambriles, se puede acceder en la actualidad por una senda que nace en el aparcamiento de vehículos del centro comercial “ Ferial Plaza” y que pueden observarse los magníficos agentes geográficos que los rodean.