“El Puente Artesano” de Los Manantiales...

La zona denominada como “ Los Manantiales “, situada a dos kilómetros del casco antiguo de Guadalajara, fue el escenario en el año 1896, de la construcción del taller y almacén del Cuartel de Globos, así como de las casas de los Ingenieros Militares del parque de Aerostación.
Se la denominó zona de “ Los Manantiales”, por encontrarse junto al Río Henares y por la formación de balsas de agua que se almacenaban en su alrededor y que eran aprovechadas para producir el hidrógeno de los aerostatos.
De hecho, Guadalajara fue la cuna de la Aerostación Española, siendo el mismísimo Alfonso XIII quien inauguró las instalaciones y el vuelo del globo “ Venus” en marzo del año 1904. El 10 de abril del año 1939 y una vez finalizada la Guerra Civil, el cuartel de la Aerostación Militar desapareció oficialmente, quedando totalmente abandonado. Afortunadamente, el Ayuntamiento de Guadalajara ha rehabilitado el precioso edificio y ha pasado a ser un centro de familia llamado: “ Cuartel del Henares”.
La buena noticia para Guadalajara llega en julio del año 1963, cuando el promotor Manuel Solana Sanz propone al Ayuntamiento, la construcción de 850 viviendas en tres fases , en la zona de Manantiales, por lo que consistorio municipal, no duda en cambiar el uso de los terrenos, dejando de ser reserva agrícola y destinándolos a zona residencial. Al año siguiente, el consistorio municipal recibe la noticia de que el Ministerio de la Vivienda no autoriza el cambio de la calificación de terrenos en la zona de Manantiales, aunque posteriormente y debido a la fuerte presión del alcalde, Felipe Solano Antelo, el Ministerio da marcha atrás y permite la construcción de viviendas en dicha zona.
De esa forma y a partir del año 1970, el nuevo barrio de “ Los Manantiales”, se va poblando de numerosas familias, sobre todo obreras de los polígonos industriales del Henares y Balconcillo, así como de otras venidas de numerosos pueblos de la provincia. No es de extrañar, que los vecinos nombrasen como patrón del barrio a “ San José Obrero” y adquiriesen la imagen que cada año y por mayo, pasea por todas las calles cercanas a la parroquia.
Y pese a que la comunicación de “Los Manantiales” con el centro urbano de Guadalajara era bastante buena a través del autobús urbano, el Río Henares suponía una auténtica frontera para los peatones, que se veían obligados a cruzar por el puente Árabe si querían acceder al centro de la ciudad. Es por ello, que a finales de la década de los años 70, una de las principales reivindicaciones de la recién creada “ Asociación de Vecinos Los Manantiales”, es la construcción de un puente al final de la calle Bailén que uniese el barrio con la zona del polígono del Balconcillo y la zona sur de la ciudad.
Los vecinos comienzan a desesperarse y aprovechando el bajo caudal del río en verano, construyen un puente con bases de bloques de hormigón y soporte de madera, que une la parte central del barrio con la calle Méjico. Las subidas del nivel del río, sobre todo en el invierno, causaron varias veces el derribo del puente artesanal y el disgusto de los habitantes de la barriada.
La buena noticia para el barrio, llega en el pleno municipal del 17 de febrero del año 1986, cuando se aprueba definitivamente y con el apoyo de todos los grupos políticos, la construcción del puente sobre el río Henares y terminar con el aislamiento del barrio de Manantiales. De todas la maneras, esta noticia no supuso la destrucción inmediata del puente artesanal, ya que la apertura del Supermercado “Gelco”, en el polígono del Balconcillo, supuso el aumento de personas que utilizaban el puente provisional.
¡Por fin y de manera definitiva! en junio del año 1990, se inauguraba el nuevo puente, dándose la curiosidad que la calle ya no se denominaba Bailén, sino Julián Besteiro, cruzándolo simbólicamente toda la corporación municipal, a excepción de los concejales de Alianza Popular que lo hicieron días después y los miembros de la junta directiva de la asociación del barrio. Mención especial, merece el que fue presidente de dicha asociación y un gran luchador del barrio, Dionisio Álvarez, el cual falleció en plena Juventud, recibiendo el homenaje de la ciudad de Guadalajara, al nombrar el campo de fútbol municipal del barrio, con su nombre.
La llegada del nuevo puente supuso la construcción de nuevas urbanizaciones, sobre todo unifamiliares y el moderno Centro de Salud de Los Manantiales.