En la calle del olvido
Imposible nombrar en estas líneas-mis disculpas anticipadas- a todas las entidades animalistas que han hecho una labor incansable para ayudarlos en la catástrofe de la DANA del pasado 29 de octubre.
29 de octubre, una fecha que se va a quedar grabada en la memoria colectiva. Justo un mes desde entonces y los afectados por la DANA siguen necesitando ayuda, ruegan no caer en la calle del olvido.
Desde Guadalajara y provincia, la movilización ha llevado una porción de solidaridad a los afectados, demostrando que somos capaces de ayudar a quien lo necesite, tenga dos piernas o cuatro patas. Las muestras de solidaridad comenzaron nada más ser conscientes de los daños irreparables que el paso de la DANA había causado y, alejados del ruido mediático político, las personas con empatía se pusieron en marcha para acercarse a atender a quienes lo necesitaban, incluidos los animales. Imposible nombrar en estas líneas -mis disculpas anticipadas- a todas las entidades animalistas que han hecho una labor incansable para ayudarlos en la catástrofe, esta es solo una muestra de lo que se está aportando desde nuestra tierra a la zona cero.
Guadalajara Antitaurina, realiza una primera entrega inmediata el fin de semana posterior a la desgracia. Mientras, en connivencia con 17 asociaciones de protección animal, tanto de Guadalajara como de Madrid se inicia en la semana siguiente una campaña de recogida de mantas, enseres para cobijar a los animales y alimento que trasladan a San Sebastián de los Reyes donde el cargamento se paletiza con los permisos legales y la autorización correspondiente para su entrega en dos viajes realizados con posterioridad. Begoña Rojas, vicepresidenta de la asociación, me transmite que se tiene pensado volver, ya que actualmente los refugios y personas encargadas de colonias felinas no tienen suficiente lugar para guardar grandes cantidades, tampoco capacidad para lavar la ropa que se ha enviado y que pasado un mes, mes y medio valorarán las necesidades que existan y volverán. Begoña no se olvida de los animales que no son domésticos, aquellos de ganaderías, de granja, équidos o aves, y los que viven libres “ya que su hábitat ha desaparecido”.
La Asociación de Defensa Animal del Casar organiza una recogida bajo lista de necesidades para trasladar a Valencia. Su gran preocupación, según Roberto Pey, su presidente, las colonias felinas. Su primer destino, Chivas, donde acercan a Mar, cuidadora de colonia, no solo recursos, sino el apoyo que necesita ante la muerte de los casi treinta gatos comunitarios que cuidaba. Solo tres de ellos habían aparecido, se encontraban en las inmediaciones del Barranco del Poyo. Continuaron su camino hacia Loriguilla, donde el agua no cogió tanta altura y las colonias no habían sufrido pérdidas. Desde allí, una alimentadora se encargó de recoger la mercancía y de entregar, una vez se pudiera acceder, el pienso de perro trasladado a la zona de Paiporta, donde uno de sus refugios lo necesitaba.
María González, presidenta de Quiéreme Mucho Valdeluz, inició una campaña en la que la respuesta fue sorprendente. Las donaciones de los vecinos provocaron que la asociación tuviera que pedir furgonetas prestadas; fueron finalmente tres los vehículos que se dirigieron a Valencia. La primera entrega fue algo desorganizada por acudir inmediatamente después de la tragedia, sin embargo, pudieron visitar distintos refugios y hacer las entregas, limpiar y recoger los animales muertos que no tuvieron la suerte de evitar la riada. La voz de María se quiebra al recordarlos. Prevén un segundo viaje en breve y llevar casetas para las colonias felinas, ya que parecen ser las grandes afectadas de esta DANA. A su iniciativa se unieron otras asociaciones como CES Don Gato de Villanueva de la Torre, y CER Ronroneos Felices de Cabanillas del Campo.
Perder tu hogar y a tus seres queridos en semejantes circunstancias es insoportable. Las familias, ahora multiespecie en muchos casos, no han olvidado a sus compañeros de vida. Las semanas que están por venir son importantes, las necesidades no están cubiertas y el desastre se prolongará más de lo deseado. Desde aquí la tranquilidad que da el saber que estas y otras tantas asociaciones, acudirán en su ayuda contando con la generosidad de la ciudadanía alcarreña que no ha mirado hacia otro lado ante lo que estaba ocurriendo.