Perdido


Son distintas las plataformas dedicadas a la búsqueda de animales perdidos, incluso se llegó a crear una para aquellos que lo padecieron durante la DANA.

Había visto la foto de Tora en el grupo de Facebook de Azuqueca de Henares, una de tantas publicaciones de animales perdidos que son compartidas para su localización. Estas publicaciones son de las más dolorosas por la angustia que la situación provoca tanto en la familia como en el animal que lo sufre. 

Son distintas las plataformas dedicadas a la búsqueda de animales perdidos, incluso se llegó a crear una para aquellos que lo padecieron durante la DANA. Plataformas que se dedican de manera exclusiva a difundir casos de desaparecidos y a gestionar servicios de rescate y recuperación a sus propietarios. Aplicaciones que no solo acompañan en un momento tan complicado en la vida de cualquier tutor, buscan el bienestar del animal, previniendo la pérdida con consejos, servicios de rescate y recuperación, y alertan de la importancia de implantar el chip, aunque el gato no tenga acceso al exterior.

Tora sí está chipado. Es un macho de cuatro años y cruce de Maine Coon. Llegó a la vida de Adrián cuando él se encontraba en un momento muy delicado, comenzando una nueva etapa lejos de los suyos y de su hogar. Esos comienzos fueron complicados y de no tener motivos para salir adelante, cuenta, él me los dio, me salvó la vida. Por eso el vínculo que tienen ambos es tan fuerte. La búsqueda la inició junto a su pareja en el mismo momento en el que Tora se precipitó desde la ventana. Sin embargo, y a pesar de su pronta reacción, no encontraron rastro de él. Pusieron carteles por la zona, buzonearon por los alrededores octavillas con la foto de Tora y sus datos, visitaron las colonias felinas circundantes, compartieron por redes sociales la información, contactaron con veterinarios y, en un acto desesperado, contrataron una empresa para buzonear en toda la localidad el caso de su gato.

La recepción de la octavilla en mi buzón me conmovió profundamente, pensé que las cosas estaban cambiando a buen ritmo en nuestra relación con los miembros de la familia de cuatro patas. Las reacciones a este método de búsqueda se produjeron y es preciso resaltar el entorno colaborativo que se genera cuando se comparte una situación angustiosa en la que un miembro de la familia está desaparecido, los unos y los otros nos convertimos en un apoyo indispensable tanto física como emocionalmente.

Desde el primer momento contactaron con Rocío, responsable de la asociación Mis Tres Lindos Gatunos, que se encarga de la recogida de los gatos abandonados o perdidos de la localidad. A través de alimentadores de la zona le localizaron, Adrián puso una cámara trampa para confirmar que era Tora y allí estaba, en una de las colonias. La asociación proporcionó los medios y conocimientos para capturarle, pero hasta ahora no ha habido suerte. Tora está asustado y no es capaz de tomar decisiones acertadas para facilitar la captura. Sus tutores no se rinden y están siguiendo las pautas adecuadas para que pueda volver a su casa. Ojalá me vea en la necesidad de actualizar este artículo porque su rescate se haya producido antes del viernes, mientras no queda más que desear que en la calle pueda sobrevivir.

Por desgracia, esta situación ocurre en más ocasiones de las deseadas, también porque el número de animales en los hogares españoles es cada vez mayor y las incidencias que puedan ocasionarse a su alrededor se incrementan. Lejos de culpar, la búsqueda de soluciones debe ser la protagonista en estos casos. Ninguno estamos exento de que pueda ocurrirnos algo similar. Aquí vienen a mi memoria tantas adopciones realizadas donde los consejos para evitar estas situaciones eran tan importantes: poner protecciones en ventanas, chipear o llevarlos en el coche en trasportín adecuado, cerrado y con cinturón de seguridad. Pautas que salvan vidas, que evitan sufrimiento y que buscan el bienestar animal. Por este motivo aconsejo adoptar y dejarse asesorar por profesionales de la protección animal para ser conscientes y estar informados de todos los riesgos que podemos encontrarnos en el día a día con nuestro animal y así reducirlos, porque prevenir es el mejor estado en el que nos podemos encontrar.