En plata

23/09/2023 - 13:32 Jesús de Andrés

Vamos a hablar claro: a los dos candidatos a presidente del Gobierno, Feijóo y Sánchez, lo único que les preocupa es alcanzar el poder. Ni más ni menos.

Vamos a hablar claro: a los dos candidatos a presidente del Gobierno, Feijóo y Sánchez, lo único que les preocupa es alcanzar el poder. Ni más ni menos. Luego vienen los argumentos, las estrategias, los apoyos mediáticos, los planteamientos morales… Nos podemos dejar engañar, hacernos partícipes del debate, hacer aspavientos, indignarnos o vociferar, pero en el fondo todos sabemos, todos saben, que la discusión pública, de principio a fin, depende de quién estemos hablando, de qué gafas ideológicas llevemos puestas, de qué color es nuestra camiseta.

Hagan un ejercicio mental, si tienen clara su opción, y denle la vuelta. Si usted tiene preferencia por Feijóo, imagíneselo ronroneando a los partidos independentistas, ofreciendo indultos bajo mesa, prometiendo ensayos de amnistía. Ya sé que no es fácil, pero imagine que toda la prensa conservadora comienza a destacar su perfil apaciguador, su voluntad de superar el conflicto catalán, la virtud del perdón y otras razones, todas ellas de peso (aunque falsas). Es muy probable en ese caso que su punto de vista fuera otro, que su afectación desapareciera y que su tensión se rebajara, lo cual agradecería su salud. Figúrese, por el contrario, que tiene predilección por Pedro Sánchez y que este necesita del apoyo de Vox, pero también del PNV y hasta del mismísimo Puigdemont. Tampoco es fácil, pero suponga que los medios afines, que no son pocos, blanquean a Vox destacando su constitucionalidad, apelan a la sensatez del PNV, brindan por los viejos tiempos de CiU y remarcan la necesidad de contactos personales con Junts, un partido del que destacarían que su tradición y legalidad no están en duda. Es posible que les pareciera todo normal y muy justificable, sin contradicción alguna. La paja y la viga no engañan.

¿Les parece un ejercicio demasiado difícil? Pues acudan a la historia más reciente: cesiones económicas, transferencia de competencias, eliminación de instituciones… La lista acumulada en situaciones semejantes es bastante larga. Una de las concesiones fue, por ejemplo, la retirada de la Guardia Civil de las carreteras catalanas. ¿Qué oiríamos hoy si Sánchez o Feijóo propusieran eso mismo? Otra fue la eliminación de los gobernadores civiles ¿recuerdan? O dar carpetazo al trasvase del Ebro. Piensen qué dirían unos y otros. Qué oiríamos sobre la unidad, sobre el futuro común y otras cuestiones grandilocuentes. Cuando menos, que se rompe España. Como saben, todo eso se hizo y aquí seguimos, dándonos palos al puro estilo goyesco. Lo importante hoy, y podemos mirar a los múltiples dedos que nos ponen como anzuelo, no es tanto la discusión, que se evaporará en semanas, sino la acción: obtener la mayoría absoluta en la sesión de investidura y hacerse con el poder. En eso están. No se engañen.