Enmerdar
Instituciones y diccionarios de todo el mundo siguen con la tradicional elección de la “palabra del año”, iniciada en 1990 en Estados Unidos.
El objetivo es que refleje el espíritu, los eventos y tendencias del año. O simplemente hacernos reflexionar sobre lo que está pasando.
Sólo en 2020 la selección coincidió en todo el mundo, azotado por la pandemia: “confinamiento”. La Fundación del Español Urgente-Real Academia, encargada en España, se decantó en 2013 por ‘escrache’; en 2019 se impuso ‘emojí’, en 2021 ‘vacuna’, en 2022 ‘inteligencia artificial’ y en 2023 ‘polarización’…
La proclamada en 2024 ha sido “enmerdar”, término que refleja, dicen, “el deterioro de la calidad de los servicios y plataformas, especialmente en línea, debido a la búsqueda exacerbada de beneficios”. También consideran que el debate político está “enmerdado” de forma deliberada y con objetivos muy concretos.
“Hay figurones dedicados en cuerpo y alma a enmerdarlo todo. Se sienten reescribiendo la historia, pero la están parodiando”, asegura el escritor colombiano Ricardo Silva. Se refiere a su país, pero podría hacerlo a cualquiera de habla hispana e incluso inglesa.
No obstante, el diccionario de la Universidad de Oxford, señorial y redicho, ha preferido ‘Brain Rot’ (podredumbre mental). El concepto alude al deterioro intelectual ocasionado por el consumo excesivo de contenido en línea de baja calidad. De paso, advierte de los peligros de las redes sociales en niños.
Palabra muy utilizada en francés, enmerdar (o enmierdar que es sinónimo según la RAE) significa ensuciar, o fastidiar al prójimo en sentido figurado. Los galos la alternan a la mínima con la expresión ‘putain’, equivalente a nuestro ¡‘joder’!
En mi pueblo, como en Aragón, se abusa del ‘¡jodo!’ y la variante cuantitativa ‘¡jodo petaca!’ Por ejemplo, viendo la dana de alborotos, refriegas, acusaciones y altercados que atañen al Gobierno de coalición y a la torpe y mortecina oposición.