Especies protegidas

23/03/2019 - 14:34 Antonio Yagüe

Quienes vivan en el pueblo, aunque sea temporalmente, tienen que tener ventajas.

 El escritor Santiago Amón, gran defensor de la Castilla despoblada, lo proponía hace décadas: habría que declarar monumentos a las personas que se quedan en los pueblos ¿Cómo? Empezando por hacer una política fiscalmente compensatoria para ellas. Es la principal reivindicación de la Revuelta de la España Vaciada que el domingo 31  “tomará” el centro de Madrid.

El arquitecto y humorista Peridis ha propuesto, con toda seriedad y respeto, una declaración a modo de especie protegida de estas personas, sobre todo de las mujeres, que ya son minoritarias en comarcas como la nuestra. En el norte de Palencia, razona, nacen más osos que niños. Y el oso es una especie protegida. Y el lobo. O el águila, también en el Señorío ¿Por qué no hacemos lo mismo con el ser humano en estas tierras?

Sin entrar en rimbombantes declaraciones de políticos arreglamundos, parece claro que quienes vivan en el pueblo, aunque sea temporalmente, tienen que tener ventajas. Alguien que repuebla tiene que estar protegido y quien va los fines de semana, también. Si no, la desertización del territorio tendrá problemas de seguridad, para los incendios, para el turismo... Algunos expertos piden aguante hasta encontrar una forma de vida que permita restaurar el equilibrio entre la urbe y el campo. Advierten de que, tal como van el mercado de trabajo y las ciudades, hay una necesidad de contacto con la naturaleza que solo dan las zonas rurales. Compartir los empleos podría ser una medida.

¿Es la fiscalidad reducida la llave para acabar con la despoblación? Noruega, Suecia, Escocia o Australia han demostrado que implantar este tipo de medidas fija a la población. Pero el tema choca en España con su galimatías fiscal y electoral. Los impuestos están repartidos por hasta cinco administraciones y los votos rurales no sacan de pobre a ningún partido. A Sánchez porque le basta con que las llamadas derechas anden divididas, al PP porque pudo y no hizo nada y a Cs y Podemos porque les supondría un esfuerzo sin rédito. 

Algunos advierten de que la fiscalidad reducida haría engordar en vano padrones municipales, y no evitaría que la gente siga viviendo en la ciudad. Defienden que lo más efectivo sería traer jornales. Los reyes feudales enfocaron mejor el problema que los políticos sabelotodo del siglo XXI. Una pena.